El LiFi utiliza la luz visible para esta transmisión y tan solo utiliza un diodo emisor de luz LED. En 2011, el creador de esta tecnología, el científico de la Universidad de Edimburgo Harald Hass, demostró que con un solo LED se pueden transmitir más datos que con una antena de telefonía. Con esto, “cualquier fuente de iluminación puede convertirse en un punto de acceso a la red con solo ponerle un microchip” dice Hass.