Observe este lápiz delgado. No hay una persona en el mundo que pueda hacer sola este lápiz. ¿Quién pudo hacer este lápiz, el mercado o el estado? La madera de la que está hecho fue extraída de un árbol que proviene del estado de Washington. Para cortar el árbol se usó una sierra de acero, para hacer acero se usó hierro. Esta placa negra (la punta del lápiz) es grafito comprimido.
No estoy seguro de dónde viene, pero pienso que el grafito viene de Sudamérica. Esta tapa roja posterior es un borrador hecho de goma hecha de caucho, y los árboles de caucho son importados de Sur América por algunos empresarios, con ayuda del gobierno británico.
Esta abrazadera de fierro, no tengo la menor idea de dónde viene. O la pintura amarilla, o la pintura negra con que se han pintado las líneas, la goma con que está pegado todo. Literalmente son miles las personas que han colaborado para hacer este lápiz. Personas que no hablan el mismo idioma, que practican diferentes religiones, que podrían odiarse unos a otros, si se conocieran.
Cuando usted va a una tienda y compra este lápiz está en rigor negociando unos minutos de su tiempo por unos segundos del tiempo de esas miles de personas. ¿Qué los indujo a colaborar para hacer este lápiz? No hay un comisario que se los haya ordenado desde una oficina central. Se trata de la magia del sistema de precios, es la operación impersonal de los precios la que los unió para colaborar en hacer este lápiz que usted puede obtener en una pequeña transacción. Por esta razón la operación del libre mercado es tan esencial no solo para promover la eficiencia productiva sino también para promover la armonía y la paz entre los pueblos del mundo.