El gerente general de COMEX Perú y ex ministro de Comercio Exterior, Eduardo Ferreyros, analiza en la siguiente entrevista el impacto que ha tenido la apertura comercial en nuestra economía, y la situación actual de la agenda comercial del Perú. Probablemente Ferreyros es uno de los pocos peruanos que han participado directamente en todo el proceso de la reforma comercial, desde sus inicios, en diferentes cargos en el MINCETUR, hasta hoy día en COMEX
¿Puede resumir el impacto de la apertura comercial en la economía del Perú?
La apertura comercial, que se ha hecho por dos vías, una unilateral, en la que los distintos gobiernos han ido teniendo una reducción de aranceles y de barreras no-arancelarias, o sea una apertura unilateral al mundo, pero también una apertura a través de los tratados de libre comercio (TLC). Todo este proceso viene dándose desde finales de los 90, pero se acentúa con el TLC con los Estados Unidos, que fue el gran proceso de integración con el mundo. Esto ha significado que, en la práctica, ya sea por la vía unilateral o en procesos de negociaciones, las protecciones arancelarias hayan disminuido hasta llegar hoy día a niveles de 2.5%, más o menos, lo que ha hecho que las empresas peruanas aprendan a competir. Eso es lo que hemos visto en este proceso. Cuando todos tenían temor que con la apertura las empresas peruanas iban a quebrar, vemos ahora empresas cada vez más sólidas que están resistiendo de alguna manera bien paradas las crisis internacionales y están siendo competitivas. Pero los resultados de esta apertura comercial no son únicamente arancelarios, sino que a través de los TLC se generan candados, se generan fórmulas que sirven para atraer inversiones. Los capítulos de inversiones de los TLC sirven para darles garantías a los inversionistas para que vengan a invertir en nuestro país, pero también generan un marco jurídico estable, reglas de juego que, independientemente de los gobiernos de turno, no pueden cambiar sin romper un tratado internacional. Entonces los beneficios de todo este proceso que viene teniendo una presencia importante en la economía peruana durante los últimos 15 años diría yo, son resultados que no solamente se ven en el tema de las exportaciones sino que han consolidado un sistema económico que ha resultado ser efectivo, como lo vemos todos los días a lo largo del Perú, en los beneficios que están alcanzando hasta los sectores más pobres.
¿Por qué sostiene que durante este gobierno se ha paralizado la agenda comercial?
Es cierto que esta administración no ha iniciado ningún TLC nuevo. Yo felicito que esta administración haya puesto en vigencia algunos acuerdos como el que se negoció con la Unión Europea, o los que negociamos con Japón o con Costa Rica, o sea ha mantenido la agenda comercial y ha puesto en vigencia o terminado algunos acuerdos, y está manteniendo dos negociaciones importantísimas: el Acuerdo Transpacífico (TPP) y la Alianza del Pacífico, que también han sido iniciativas del gobierno anterior. En esta administración tenemos un escenario de países que quieren tener TLC con el Perú, el más emblemático es la India, que tiene un mercado inmenso de 1,200 millones y que se proyecta a ser un mercado más grande que China, que ha pedido formalmente en varias oportunidades al gobierno peruano iniciar negociaciones para un TLC y no recibe respuesta del gobierno. Cuando digo que está paralizada no digo que no estén negociando nada, a lo que me refiero es a que no están iniciando ninguna nueva negociación, y en el espectro vemos a la India, a Turquía, Israel, los países árabes, Rusia, que son mercados que están dispuestos a abrirse a los productos peruanos pero no vemos una respuesta del Perú. Entonces yo sí he escuchado que no hay mucho tiempo, que están ocupados con las otras negociaciones, etc. Lo que yo sugiero es que se abra una negociación y que una vez abierta se haga un cronograma un poco más largo, dependiendo del tiempo que tengan los negociadores. Tenemos un equipo negociador de primera calidad, pero desde mi punto de vista se está concentrando solamente en dos negociaciones cuando deberíamos abrirnos a mercados nuevos.