Por: Yesenia Álvarez
Perú21, 17 de Marzo del 2023
“Hoy sufrimos las consecuencias del ciclón Yaku y varios gobiernos pudieron hacer algo, pero no hicieron nada, desde Kuczynski, pasando por Vizcarra y Sagasti hasta Castillo”.
Si van a Piura, solo con ver sus calles sabes que las autoridades no están haciendo su trabajo hace mucho tiempo y que la han saqueado sistemáticamente.
Sabes que alguien debe estar enriqueciéndose mientras la ciudad, sus ciudadanos, su infraestructura y sus servicios públicos van empobreciéndose. Ni siquiera necesitas mirar las páginas de presupuesto y ejecución del gasto, ni reportes de Contraloría para darte cuenta de que allí no ha habido ni reconstrucción, ni cambios.
Por supuesto que la data que hoy revela Contraloría demuestra el fracaso de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, pero la realidad en este caso es suficientemente reveladora. Y claro, el impacto destructor de los desastres naturales se multiplica cuando golpean a un país afectado por la corrupción y la ineficiencia del Estado. Desastres naturales, ineficiencia y corrupción son un cóctel devastador.
Aunque en el Perú el dato no suele matar el relato, tiene que difundirse que los gobiernos regionales y municipales dejaron de utilizar 1.3 mil millones de soles del presupuesto para prevención de desastres entre 2019 y 2022 como reporta el Instituto Peruano de Economía. Además, según la Contraloría perdimos más de 25,000 millones de soles por corrupción e ineficiencia de autoridades durante el 2022, y de acuerdo con su titular el proceso de reconstrucción ha fracasado porque no se gastó donde se debía, no se trabajó la solución de los problemas integrales en el manejo de cuencas, represas, reforestación y las defensas ribereñas para resolver estructuralmente los problemas que generan fenómenos asociados a las lluvias. Según nota de prensa de esta misma institución se han encontrado más de 840 funcionarios con responsabilidades penales, civiles y administrativas en Reconstrucción con Cambios, y se han gastado millones de soles en consultorías y estudios para obras que no son visibles, ni efectivas debido a la mala gestión y la incapacidad de muchos funcionarios públicos.
Hoy sufrimos las consecuencias del ciclón Yaku y varios gobiernos pudieron hacer algo, pero no hicieron nada, desde Kuczynski, pasando por Vizcarra y Sagasti hasta Castillo. Siempre lo mismo, y si ante los desastres naturales tenemos tremendos problemas públicos como la corrupción y la ineficiencia solo nos queda una agónica esperanza en la ciudadanía para que vigilemos, exijamos prevención y votemos bien la próxima. Elijamos autoridades íntegras, capaces y eficientes. Aprendamos por fin la lección.