Xi Jinping, Presidente de la Republica Popular China
El Comercio, 17 de noviembre de 2016
Atendiendo la invitación del presidente Pedro Pablo Kuczynski, viajaré al Perú para participar en la XXIV Reunión de Líderes Económicos del APEC y realizar una visita de Estado. El hecho de que los mandatarios de China y el Perú intercambiaran visitas en un lapso de tan solo dos meses, a saber, la del presidente Kuczynski a China en setiembre pasado y la mía al Perú en noviembre, transmitirá una positiva señal de la cooperación sino-peruana por el desarrollo ante las nuevas circunstancias.
Al volver como anfitrión del APEC ocho años después, el Perú a hecho nuevos aportes relevantes a la profundización de la cooperación AsiaPacífico. China apoyará con todo su esfuerzo al Perú en la organización de la reunión, con el objeto de lograr resultados positivos.
Conocí el Perú en la década del 90 del siglo pasado, dejándome gratas impresiones. Con sus majestuosos paisajes, privilegiado de recursos naturales, la cordillera de los Andes y el caudaloso río Amazonas, el Perú constituye una jofaina de tesoros en minería, energías, recursos forestales y biológicos, cuyo pueblo, laborioso y valiente, es poseedor de grandes riquezas históricas y culturales, como la milenaria civilización incaica, las ruinas de Machu Picchu y las Líneas de Nasca. Los cantos folclóricos melodiosos andinos como “El cóndor pasa” son bien queridos por los pueblos.
China y el Perú se unen por una amistad tradicional, cuyos contactos se remontan a tiempos lejanos. Tan temprano como hace más de 400 años, los chinos abrieron la Ruta Marítima de la Seda vía el Pacífico. Desde hace más de un siglo, muchos chinos llegaron al Perú, trabajaron arduamente junto al pueblo peruano, aportando positivas contribuciones a la construcción del Perú. En la actualidad, los tusán ocupan cerca de un 10% de la población total del país, y el pueblo peruano llama con todo cariño a los chinos paisanos, lo cual demuestra que la amistad tradicional binacional se ha arraigado en el corazón de ambos pueblos.
El Perú fue uno de los primeros países latinoamericanos en establecer relaciones diplomáticas con la Nueva China. A lo largo de los 45 años de lazos diplomáticos, ambas partes han persistido en el respeto mutuo, igualdad y apoyo decidido en los intereses primordiales de la otra parte, acumulando una profunda confianza mutua política. Esto ha asentado un importante pilar para el desenvolvimiento de los vínculos sino-peruanos. En la actualidad, ambos países han establecido la Asociación Estratégica Integral, el nivel más elevado de las relaciones entre China y los países de América Latina.
Pese a los gélidos vientos que soplan en los últimos años sobre la economía mundial, la cooperación sino-peruana contempla una vigorosa atmósfera primaveral. El comercio bilateral mantiene una tendencia al alza. En el 2015, el volumen comercial se aproximó a los 15 mil millones de dólares, batiendo el récord histórico. Entre enero y agosto del presente año, se registró un crecimiento del 9%. China se mantiene como el primer socio comercial, la inversión china supera los 14 mil millones de dólares, creando más de una decena de miles de puestos de trabajo para el Perú, aumentando el ingreso tributario del Gobierno y promoviendo el desarrollo local.
Los intercambios culturales entre China y el Perú son bien activos y se multiplican los sentimientos de reciente afecto entre ambos pueblos. Los intercambios en los terrenos de la cultura, educación, ciencia y tecnología, medios de comunicación, ‘thinktanks’, jóvenes y asuntos judiciales han venido aumentando
continuamente, más y más peruanos tienen interés en estudiar el idioma chino y conocer la cultura china. Mientras tanto, con una profunda admiración por la civilización incaica, un creciente número de chinos desea viajar al Perú.
China y el Perú también mantienen una estrecha coordinación en los asuntos internacionales y regionales, salvaguardando juntos los intereses de las naciones en vías de desarrollo. Sea la reforma de la ONU, el cambio climático, sea el fomento de la cooperación Asia-Pacífico y la cooperación entre China y América Latina y el Caribe en su conjunto, nuestras dos naciones han compartido posiciones idénticas o similares,
actuando en coordinación y apoyándonos mutuamente.
Creo que la robusta fuerza motriz que ostentan las relaciones bilaterales se debe a la sólida base de la opinión
pública de ambos países caracterizada por la amistad, a la fuerte complementariedad económico-comercial y la voluntad de cooperación, así como a la correcta opción de los sucesivos Gobiernos chinos y peruanos de priorizar sus lazos bilaterales. En la actualidad, el pueblo chino está esforzándose por realizar los objetivos de los dos centenarios y cumplir el sueño chino de la gran revitalización de la nación china, mientras que el pueblo peruano se encuentra enfrascado en esfuerzos por culminar la construcción de un Perú justo, equitativo y solidario para el bicentenario de su independencia en el 2021. Unidos por el mismo sueño, la profundización de nuestra cooperación omnidireccional no encuentra otro momento más oportuno.
Hemos de profundizar la confi anza mutua política y avanzar en compañía. Ambas partes hemos de persistir en visualizar las relaciones bilaterales desde una altura estratégica y con perspectivas largoplacistas con el objeto de asegurar el desarrollo de los vínculos bilaterales. He dicho en reiteradas ocasiones que solo el que calza los zapatos sabe si le sirven o no. Al apoyar al Perú en la exploración del camino de desarrollo de acuerdo con sus realidades nacionales, China se encuentra en la disposición de intensifi car los intercambios con la parte peruana sobre las experiencias en la gobernación y administración del país.
—Hemos de ampliar la cooperación práctica y promover el desarrollo y la prosperidad compartidos. China y el Perú han de impulsar de forma coordinada la cooperación en la próxima fase mediante la implementación del Plan de Acción Conjunta Binacional. La parte china propone fortalecer la cooperación en materia de capacidad productiva e inversiones entre ambos países, encontrándose dispuesta a ofrecer a la parte peruana todos los equipos y tecnologías que requiere su industrialización, brindando la capacitación de personal y el financiamiento complementario.
Hemos de intensificar el aprendizaje mutuo de las civilizaciones. Las buenas relaciones interestatales radican
en la hermandad de los pueblos. Hemos de ampliar los intercambios y la cooperación en las áreas de cultura, educación, ciencia y tecnología y turismo, entre otras, ofreciendo más facilidades al intercambio entre ambos pueblos, para que la amistad tradicional se transmita de generación en generación.
Hemos de fortalecer la colaboración en los asuntos internacionales y regionales. La parte china está dispuesta
a estrechar con la parte peruana la coordinación en temas internacionales y regionales, en promoción de unas relaciones internacionales de nuevo tipo con la cooperación y el ganar-ganar como lo más primordial, con el objeto de contribuir al forjamiento de la Comunidad de Destino y de Intereses de la Humanidad.
El testigo histórico de la amistad sino-peruana ya se ha transmitido a nuestras manos. ¡Que avancemos de la mano y estrechemos la cooperación para cumplir juntos el sueño de ambos pueblos a una vida feliz, en promoción de la paz, estabilidad y prosperidad del mundo!.