Entrevista a Waldo Mendoza, ministro de Economía y Finanzas
Gestión, 7 de diciembre de 2020
Waldo Mendoza se muestra optimista pese a los problemas que enfrenta el Gobierno del cual forma parte. Hace hincapié en la necesidad de dialogar y persuadir Y contra lo que se puede pensar, dice que en el Congreso hay un ánimo de diálogo.
¿Cómo ve la economía ahora que ya estamos terminando el cuarto trimestre?, ¿cree que se ha perdido impulso? ¿Cómo espera el cierre del año?
Fue complejo…
Era una imagen de un Perú con una crisis económica tal, que muchos, entre ellos yo, decíamos que era la crisis económica más severa desde la Guerra con Chile.
¿Qué implicancias tiene que la situación de la pandemia sea mejor?
Varias. Una es que las actividades económicas están normalizándose. Dos, con la situación de la pandemia más o menos controlada estamos abriendo con cierto nivel de confianza nuevas actividades económicas. (El domingo) debe salir un decreto supremo anunciando la apertura de muchas actividades económicas y la elevación del aforo de otras que ya estaban abiertas.
¿Qué actividades?
El cine, el teatro van a empezar a funcionar, siempre calibrando lo que pase con la salud. Pero como Gobierno pensamos que había que acelerar un poco esto porque la economía tiene que empezar a funcionar, las vacunas parece que ya están llegando, lo cual también da un poco más de confianza, de manera que una parte importante de la reactivación económica va a venir de ahí.
¿Puede confirmar si el riesgo de un aumento del contagio del covid ha disminuido?
Lo que está claro es que el riesgo es menor, pero la información, el diagnóstico y la posibilidad de un rebrote eso le corresponde decirlo a la ministra de Salud. Con los ministros, hemos decidido llegar a la normalidad más rápido de lo que esperábamos, pero siempre con los cuidados que corresponden. De otro lado, hay políticas que se han hecho antes de que yo llegue al MEF que hacen más factible la reactivación.
¿Cuáles?
El MEF, el BCR y la SBS han reaccionado como pocos países en el mundo. La postura de mi antecesora, María Antonieta Alva, siempre fue gastar lo que se tenga que gastar. La política fiscal cumplió su función estabilizadora; en los malos tiempos se gastó más. Y, de otro lado, Reactiva Perú, que representa casi 9 puntos del PBI, fue una política a la que no se la ha juzgado adecuadamente.
¿Cuál ha sido su impacto?
Hay que ver las cifras todavía, pero un análisis contrafactual permite preguntar qué hubiera pasado con las empresas del sector productivo, con los bancos, con las cajas rurales, si no hubiera habido ese programa. No ha sido una política de reactivación, pero fue una política que veló, hasta donde pudo, por la salud de las empresas. Cuántas hubieran cerrado sin este crédito abundante y barato como nunca. Muchas empresas recibieron esta especie de respirador automático y sobrevivieron, y ahora que hay oportunidad de abrir la economía ahí están, y eso facilita la reactivación.
¿Qué otro factor apuntalará la reactivación?
Otro elemento es que la capacidad fiscal, a pesar de haberse deteriorado, está todavía para seguir contribuyendo a la reactivación macroeconómica, y nuestra bala de oro es la inversión pública.
¿Puede explicar por qué es la bala de oro?
La inversión pública en nuestro país tiene tres características que hacen que el crecimiento de más de 20%, esperado para el 2021, sea fácilmente alcanzable. Una es que no tenemos problemas de financiamiento, nosotros tenemos un problema de lujo: no gastamos lo que tenemos, otros países no tienen financiamiento.
¿Cuál es la segunda?
Desde el MEF, haremos todo lo necesario para que la inversión pública crezca a dos dígitos (en el 2021) en los gobiernos Nacional, regional y locales. Me estoy poniendo a trabajar intensamente para hacer todas las innovaciones y dar el apoyo técnico para acelerar esa bala de oro que no solo reactiva la economía, sino también eleva la capacidad productiva.
¿Y cuál es la tercera característica que hace fácil que la inversión crezca?
Además, es un gasto que puede subir un año 20%, 30%, pero es transitorio, lo cual también hace compatible una reactivación basada en el impulso fiscal, con el restablecimiento de la solidez fiscal que tenía la economía peruana antes de la pandemia.
¿Cuánto es el impulso fiscal que se prevé para el 2021?
Aún no tengo los cálculos, pero el impulso fiscal para este año va a ser claramente positivo. Y estamos calculando el impulso fiscal ponderado (pondera el gasto corriente con el gasto de capital).
¿La recuperación que se espera de nuestra economía tendrá una forma de “V”, o de “K”, es decir que algunas actividades crecen y otras no?
Yo firmo por una recuperación de la economía en forma de “V”, por varias razones. Una, porque la epidemia está en franco retroceso y la vacuna está más o menos cerca; dos, porque no ha habido un daño profundo en el aparato productivo. Eso hubiera hecho muy difícil la recuperación. Las políticas fiscales y monetarias han permitido que las empresas no hayan sufrido grandes golpes, están listas para iniciar sus operaciones. Y, en tercer lugar, tenemos una situación inusual de una economía mundial cayéndose y unos términos de intercambio elevándose. Por el lado real, estamos como si no hubiera una crisis internacional.
¿Y en el sector financiero?
Y desde el lado financiero tampoco. Hubo salidas de capitales al principio de la pandemia, pero ahora la situación está absolutamente normal. Están ingresando capitales al país y la prueba es que el tipo de cambio está tranquilo y la Bolsa de Valores está recuperándose, los índices de prima riesgo están cayendo. El ambiente financiero es bueno.
¿Para cuándo esperan una cifra positiva de variación del PBI?
Me parece que en algún mes del primer trimestre del 2021 ya podríamos ir observando crecimientos del PBI.
¿Cómo están ahora las proyecciones del PBI para este año y para el 2021?
Las proyecciones macroeconómicas que se observaban en mayo, junio, julio eran cada vez peores. En cambio, en el último mes y medio se observan proyecciones cada vez mejores. El 12% de caída para este año, que hace unos meses parecía optimista, ahora parece más realista y se mantiene. Y la recuperación del 10% de crecimiento para el 2021, que también parecía optimista, yo la firmo por la manera como se está observando en términos de algunos indicadores para finales de este año.
Entonces, ¿lo que dice es que el crecimiento del 2021 será del 10%?
Es más probable que sea de 10%, impulsado por un crecimiento muy fuerte de la inversión pública de más del 20%.
Y en este cuarto trimestre del 2020, ¿en cuánto se espera que sea la variación del PBI?
Este trimestre aún no sabemos, pero el 12% de caída para este año es una buena proyección.
¿Y cómo será la composición del crecimiento para el 2021? ¿Estará sesgado siempre hacia los sectores primarios?
Eso va a cambiar, porque ahora sectores vinculados a la agricultura, la agroexportación, no se vieron muy afectados por la pandemia y han estado creciendo a ritmos razonables. La minería también, porque hay demanda internacional. Pero restaurantes, turismo, entre otros, fueron duramente afectados por las políticas de distanciamiento físico, pero ahora son actividades que las estamos abriendo. Esa composición del crecimiento entonces va a cambiar. Hacia el primer o segundo trimestre del 2021 esos sectores van a ser posiblemente los que más van a crecer, en parte porque están volviendo a la normalidad.
En lo que queda de este mes, ¿cuál es su prioridad?
En abstracto, mi objetivo máximo es ver cómo vienen el PBI y el empleo en los próximos meses. Mis esfuerzos estarán en achicar este inmenso daño que nos ha hecho el covid-19, un daño del que estamos saliendo, pero mi empecinamiento va a ser que salgamos lo más rápido posible y buscaré los instrumentos que estén a mi alcance para lograr ese objetivo. Y al mismo tiempo, lucharé con todos los medios de persuasión, como legales, para evitar legislación que haga difícil dejar una casa ordenada en términos fiscales a la siguiente administración.
Tareas y retos de Waldo Mendoza
1. MEF considera que hay capacidad fiscal para apoyar la reactivación y que la bala de oro será la inversión pública.
2. El objetivo será que el próximo año el crecimiento de la inversión pública sea de dos dígitos.
3. Ahora es más probable, que en meses atrás, que en el 2021 el PBI crezca en 10%.
4. El ministro de Economía proyecta una recuperación en “V” en el 2021.
5. Ejecutivo prepara medidas adicionales contra la devolución de aportes de la ONP, además de la demanda ante del TC, para evitar que se aplique.
6. En uno de los meses del próximo verano el MEF espera el primer crecimiento positivo.
7. La posición del ministro de Economía es que en el corto plazo sea gradual la eliminación de los beneficios tributarios para la agroexportación.
8. MEF buscará reincorporar a la acuicultura y el sector forestal en la nueva ley de la agroexportación.
9. Ministro de Economía promoverá reflexión en el tema laboral de la nueva ley de agroexportación. Advierte que para los trabajadores puede ser mejor un contrato indeterminado, pero no para el empresario que lo requiere solo algunos meses del año.
10. Se revisarán los gazapos previstos en consultoría y publicidad. MEF considera que el Gobierno no requiere publicidad.
MEF PREPARA MEDIDAS ADICIONALES PARA EVITAR APLICACIÓN
En próximos días lista demanda ante TC contra devolución de aportes de ONP
El Congreso aprobó por insistencia la ley que autoriza la devolución de los aportes de la Oficina de Normalización Previsional (ONP) por hasta 4 UIT.
El presidente Sagasti confirmó que van a presentar una demanda ante el Tribunal Constitucional (TC), como ya había decidido la anterior administración.
El ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, informó que en los próximos días van a presentar la acción de inconstitucionalidad ante el TC porque “este es uno de los casos en los que está absolutamente claro que es anticonstitucional. Esta ley viola dos artículos de la Constitución. Uno, porque el Congreso no tiene iniciativa de gasto y, dos, que los fondos que son para las pensiones son intangibles”.
Recordó que su antecesora ya había estado preparando toda la documentación requerida, lo mismo que el Ministerio de Justicia. “En los próximos días lo veremos en el Consejo de Ministros para activar esta herramienta legal”, precisó.
Mendoza reveló que se encuentran evaluando medidas complementarias a la presentación de la documentación correspondiente al TC para que la publicación del Congreso no tenga aplicación.
“Estamos conversando en el Consejo de Ministros para ver si se activan medidas adicionales, las que serían medidas legales.
Este era un tema que se veía venir, estamos preparados y esperemos que el TC se pronuncie lo antes posible”, precisó.
«Voy a proponer la eliminación gradual de beneficios tributarios de la Ley de Promoción Agraria»
El Congreso derogó la Ley de Promoción Agraria. ¿Está de acuerdo con la decisión?
Desde el punto de vista del MEF, es su tradición que la política fiscal es mejor que se haga a través del gasto público y no de las exoneraciones, porque el gasto se hace efectivo a través de las políticas presupuestales, que son transparentes, se presentan y discuten en el Congreso. Las políticas de exoneraciones, en cambio, no pasan por ese proceso de visualización de transparencia.
Se refiere a que con las exoneraciones hay un problema de discrecionalidad…
Hay mucha discrecionalidad. Por qué a este sector sí (le damos la exoneración), por qué a este otro no; por qué este tributo sí y este otro no. Entonces, como política fiscal de largo plazo, mejor si no utilizamos las exoneraciones. Ese es un primer punto a considerar.
Segundo, si se usan esas políticas de exoneraciones, tienen que ser transitorias, no pueden ser permanentes. Conceptualmente, eso está bien.
¿Eso les dijo a los congresistas (el viernes pasado)?
La recomendación, desde el punto de vista del MEF hacia los congresistas, que es lo que les dije, es: piénsenlo bien; en este momento, cuando estamos con la epidemia, con el empleo que se cae, con la economía que se recupera poco a poco, pero con cifras todavía en rojo, no es un momento apropiado para desaparecer de golpe ese beneficio tributario.
¿La recomendación, ahora que se va a discutir una nueva ley (para la agroexportación) sería entonces que fuera gradual?
Felizmente, la decisión del Congreso de derogar la ley incluyó un plazo de 15 días para discutir, juntar trabajadores, empresarios y ministerios. Como MEF, tengo que persuadir a mis colegas ministros, con quienes todavía no he conversado de estos temas.
Voy a proponer una eliminación gradual de estos beneficios tributarios de la Ley de Promoción Agraria, con la perspectiva de que estos beneficios son temporales, pero que en la coyuntura actual no se pueden eliminar de golpe, y también porque el sector agroexportador no es homogéneo (ver nota vinculada).
Pero los trabajadores quieren un salario mínimo para la agroexportación…
Claro, y entonces ya entramos a otro tema más complejo. Pero habrá que juntar todas las voluntades para encontrar este equilibrio complejo de no interrumpir la prosperidad del sector agroexportador y, al mismo tiempo, que los trabajadores compartan un poco más de este crecimiento notable de este sector.
Con la derogación de la Ley de Promoción Agraria por el Congreso también se han bajado los beneficios que se habían extendido a la acuicultura y al sector forestal. ¿Qué opina sobre este tema?
En cuanto a los sectores acuícola y forestal, hay que discutir el tema, porque al momento de la derogación nadie había reparado en eso. Yo siempre he dicho que si tenemos lo que Dios nos ha dado (bosques o peces abundantes) y que tienen el potencial para orientar su producción al mercado externo, entonces ese sector potencialmente es un candidato para aplicar una política sectorial exitosa.
Entonces, ¿se podría restituir ese beneficio para esos sectores?
Supongo que no será muy complicado reincorporar a esos sectores a los beneficios derogados, quizá garantizando la temporalidad.
CON LA DEGORACIÓN
Empresas pequeñas serán las más golpeadas
En el sector agroexportador hay unas cuantas empresas grandes que no van a sentir (la derogación) porque están automatizadas, con tecnología de punta. Algunas ni necesitan mano de obra, mientras que hay un grupo grande de empresas pequeñas agroexportadoras, intensivas en mano de obra, que sí van a recibir un golpe durísimo con la derogación, señala Waldo Mendoza.
“Hay que mirar las dos partes del mercado laboral: la de los trabajadores y la de las empresas. Durante la conversación con los congresistas, les expuse este tema del mercado laboral”, agregó.
Refirió que les puso dos ejemplos. Uno, el de la estabilidad laboral, que desde el punto de vista de los trabajadores, parece una maravilla, y si se le añade un salario elevado, mejor aún. Pero, desde el punto de vista del empresario, es posible que no quieran o no puedan contratar trabajadores con esas características.
Y en el tema de la temporalidad de los contratos laborales, pasa algo parecido, añadió.