Uri Landman
Publicado en Café Viena
Cojudignos, dícese de las personas que padecen cojudez y dignidad selectiva. Su uso coloquial se refiere a las personas a quienes les lavaron el cerebro para hacerles creer que Castillo iba a deslindar de Cerrón y siguen creyendo que el Fujimorismo es lo peor que le pasó al Perú. Según la Real Academia, las frases más usadas por los Cojudignos son:” Vizcarra es el mejor presidente”, “no terruqueen”, “Fujimori nunca más”, “de Castillo tenemos dudas, pero de Keiko pruebas”, “Si Castillo hace algo malo, lo sacamos con una marcha como a Merino”, “Castillo no es Cerrón” y mi frase favorita “Con Keiko íbamos a estar peor”.
Este adjetivo se puede usar para la gran mayoría de personas de las grandes ciudades del Perú, que votaron por Castillo en las elecciones y que el día de hoy se arrepienten de su voto, pero nunca lo van a aceptar. Dentro de este grupo de personas, encontramos a los caviares y a los jóvenes de la generación del Bicentenario.
Gracias a los cojudignos es que el día hoy, tenemos que vivir en la incertidumbre total, en vista que el gobierno de Castillo no sabe cómo manejar el país. Castillo ha colocado en puestos claves una serie de personas sin ninguna capacidad ni experiencia en los temas de gobierno que supuestamente van a manejar. ¿Recuerdan cuando Castillo dijo: “los equipos técnicos son cosa del pasado, parte de la repartija”? Ahora sabemos, que Perú Libre no tenía ni cuadros ni equipos técnicos de ningún tipo para poder manejar el estado. Peor aún es la repartija de Castillo, al nombrar solamente gente vinculada al partido (no solamente me refiero al partido Perú Libre, sino al Partido Comunista Peruano-Sendero Luminoso). Aunque para ser totalmente honestos, también ha nombrado a personas de otras agrupaciones… como el MRTA.
Y como los comunistas siempre culpan de sus fracasos a los demás, no nos tiene que sorprender que hayan presentado una denuncia penal contra los directores del BCR por el alza del dólar ya que según consta en la denuncia habrían “incumplido sus funciones”. Como todos recordamos, el dólar se ha mantenido más o menos estable durante los últimos 15 años. Desde el año 2004 al año 2020 el precio máximo del dólar estuvo en 3.35 soles. Desde la segunda vuelta, cuando Castillo pasó en primer lugar, al día de hoy, el sol se ha depreciado un promedio de 15%, llegando al récord histórico del siglo de 4.10 soles por dólar. Toda una hazaña para los primeros 10 días de gobierno.
Como una gran parte de los bienes que se utilizan en nuestro país son importados, ello ha traído consigo un alza generalizada de los precios, desde los insumos a los bienes de capital pasando por los alimentos como el aceite, la harina, el pollo, el pescado entre muchos otros. Lejos de reconocer que toda esta inestabilidad, creada por Castillo y su designación del gabinete Bellido, son la causa de la subida del dólar y por ende de los precios, la vicepresidenta Dina Boluarte exige al empresariado nacional “a no generar inseguridad económica o de mercado” en cuanto al alza de los productos nacionales. Boluarte manifestó que no es momento de generar “zozobra”.
Desde esta modesta columna le queremos recordar a la vicepresidenta que el gobierno que ella encabeza es quien que ha creado la inestabilidad y zozobra que vivimos todos los peruanos. Ustedes señora vicepresidenta, son los responsables de la crisis que estamos viviendo a escasos 10 días de haber asumido el poder. Ustedes, son los responsables de la subida del dólar y del incremento de precios de todos los productos importados que se consumen en el país. No pretendan culpar a los empresarios, utilizándolos como chivos expiatorios ante su incapacidad.
Será por ello que la vicepresidenta Boluarte le solicitó a la RENIEC una licencia de 5 años para no perder su puesto de trabajo mientras forma parte del ejecutivo. En vista que RENIEC rechazó su solicitud, Boularte apeló la misma.
En el colmo de la desfachatez afirmó que es su “derecho laboral” que RENIEC le guarde el puesto durante 5 años. Luego de manera insólita agrega: “En cualquier momento, como está convulsionado el país, podría dejar el cargo y entonces tengo el derecho a regresar a mi plaza”. ¡Plop!
A los cojudignos les quiero recordar que esta inestabilidad nos afecta a todos, incluidos ellos mismos. Gracias a su “cojudez” y “dignidad” el dólar se ha disparado y por ende los precios de los productos importados han subido. Las clasificadoras de riesgo internacionales Moody’s y Standard & Poor’s ya han anunciado que han colocado al Perú “bajo observación” con una gran probabilidad de cambiar a la baja la clasificación del país. Ustedes dirán ¿eso en qué nos afecta a nosotros? No pretendo dar una clase de economía, pero basta decir que cuánto más baja es la clasificación de un país, los préstamos que los peruanos queramos obtener serán más costosos. Esto afecta desde el banco más grande del país, al microempresario que tiene su puesto en Gamarra, pasando por todos esos jóvenes del bicentenario que piden préstamos hipotecarios para comprar su primera casa. Y así se quejaban que los intereses eran muy altos en los bancos peruanos, ahora verán lo que sucede.
Otro ejemplo de cómo nos afecta la elección de Castillo como presidente, la verán cuando quieran vender sus propiedades y se darán cuenta que ya no valen lo que ustedes pensaban o siquiera pagaron. En un país inestable, con la amenaza del cambio total del sistema económico a través de una nueva constitución, ¿Quién va a querer comprar una propiedad o negocio?
Por último, la próxima vez que quieran salir a protestar, como tanto se jactan que lo hicieron para sacar a Merino de la presidencia, les tengo una noticia que no les va a gustar mucho. Cuando salgan a marchar en su próxima “toma de calles” se van a encontrar con 40,000 ronderos de Perú Libre, armados con látigos y machetes que van a defender “al Perú profundo” y veremos quién tendrá las de ganar. Y si quieren quejarse a través de los medios de comunicación independientes, les tengo otra noticia que tampoco les va a gustar, sólo podrán hacerlo a través de La República y Canal N, ya que Willax habrá sido cerrado por el estado. ¿A quién podrán recurrir ahora los Cojudignos?
Como decía el gran Sofocleto: “¡Que lo averigüe el gobierno, porque yo no tengo tiempo para investigar cojudeces!”.
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