Uri Landman
Para Lampadia
La OEA, como se le conoce a la Organización de Estados Americanos, se remonta según algunos historiadores, al congreso de Panamá convocado por Simón Bolívar en 1826. Sin embargo, recién en 1889 los Estados americanos decidieron reunirse de manera periódica y comenzar a forjar un sistema común de normas e instituciones.
Las primeras reuniones que llevaron los estados americanos, fueron a invitación de los Estados Unidos de Norteamérica entre los años 1889 y 1890, con el objeto de discutir y establecer comisiones de arbitraje para cuestiones comerciales, para fomentar prácticas comerciales recíprocas que sean provechosas y asegurar mercados más amplios para los países.
Luego de una serie de reuniones a lo largo de los años, la novena Conferencia Internacional Americana, que reunió a 21 Estados en Bogotá, Colombia, en 1948, adoptó la Carta de la Organización de Estados Americanos, el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
Este organismo, presidido en la actualidad por su secretario general, el izquierdista Luis Almagro, expresó hace unos días su apoyo al gobierno de Castillo y decidió enviar una misión después que éste último así lo solicitara.
En una carta enviada a la OEA, Castillo pidió activar los artículos 17 y 18 de la Carta Democrática Interamericana ante lo que califica como un intento golpista que quebranta el orden constitucional y democrático. ¿A qué se refiere Castillo? ¿Acaso las fuerzas armadas han tratado de dar un golpe de estado? ¿Hubo algún intento de tomar palacio?
Por supuesto que no. Castillo se refiere a la acusación constitucional que presentó la Fiscal de la Nación contra él ante del Congreso, por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias agravado y colusión. A estas alturas de la historia ya todos conocemos con lujo de detalles la mafia de delincuentes que ha tomado el gobierno desde el primer día, con Castillo como presunto líder de dicha organización criminal. Aquel que no quiere aceptar la realidad, lo hace por su necedad ideológica y no por falta de pruebas, las cuales abundan. No voy a enumerar todos los casos de corrupción en los que se ha vuelto involucrado Castillo, su esposa, su cuñada, sus sobrinos, secretarios de palacio, asesores presidenciales, ministros, amigotes y una larguísima serie de personas, muchas de ellas en prisión y otras al margen de la ley.
Lo cierto es que nadie en su sano juicio puede negar el universo de pruebas en contra de Castillo por presuntos actos de corrupción, que por lo menos justifiquen las investigaciones y denuncias en su contra.
Los burócratas que dirigen la OEA solo recuerdan o prestan atención a los casos con los cuales se sienten identificados ideológicamente. Por ello decidieron rápidamente hacer eco al pedido de Castillo, emitiendo una solución en la cual expresaban su respaldo al gobierno peruano y decidieron enviar una misión “para que realice una visita al Perú con el fin de hacer un análisis de la situación”.
Dicha comisión ya ha sido nombrada y está integrada por los cancilleres de Argentina, Ecuador, Belice, Guatemala y Paraguay.
Según el ministro lustra botas de Castillo, Salas, la expectativa de esta visita es que se garantice la democracia en el país. Según él, debemos dejar que el gobierno avance porque hay muchos problemas que solucionar. En esa línea, estamos seguros que la misión de la OEA, tomará nota de la reciente designación de Kelly Portalatino como la nueva ministra de salud (Castillo ha nombrado más de 75 ministros en año y medio). La hoja de vida de la doctora Portalatino con sus maestrías y doctorados en gestión pública, o su premio Nobel en Medicina son una garantía que el gobierno nombra a personas idóneas en puestos claves del estado para poder solucionar los problemas del país.
Para los que dicen que la misión de la OEA tendrá que reunirse y consultar con todos los actores políticos del país, tanto del gobierno como de la oposición, para emitir un informe acorde a la realidad, desde ya les digo que no tengan muchas esperanzas al respecto. La OEA ha mostrado una clara inclinación en muchas de sus intervenciones en el pasado, sino preguntémosles a los venezolanos que viven en el Perú.
Lo que no puede suceder, es que nos desviemos del camino a seguir. A pesar de la contundencia en los argumentos que contiene la denuncia constitucional contra Castillo, este es un proceso muy largo, por lo que nuestros esfuerzos deben concentrarse en la vacancia presidencial por incapacidad moral. A la fecha solamente sesenta congresistas han firmado la moción de vacancia. Ello aseguraría que dicha moción pueda ser debatida en el pleno, pues se necesitan cincuenta y dos votos, sin embargo, todavía están lejos de obtener los ochenta y siete votos requeridos para vacar al presidente. Es totalmente inaceptable que haya todavía congresistas que se dicen de “oposición” y que no hayan firmado la moción de vacancia.
Tenemos que hacer saber al país quienes son los congresistas que no apoyan la vacancia. Los principales periódicos y medios televisivos deben mostrar todos los días los nombres de aquellos congresistas que no apoyan la vacancia. No se trata de amenazar ni intimidar a nadie. Si un congresista no quiere apoyar la vacancia por un tema de convicción ideológica o conveniencia personal que no la apoye, pero nosotros los ciudadanos tenemos el derecho a saber quiénes están en contra de la corrupción y quienes la apañan. Aquí no hay medias tintas.
Como dijo el diputado argentino Javier Milei: “esto no es para tibios”. Ha llegado la hora de tomar una postura clara para que la historia juzgue nuestros votos y acciones. Lampadia