Uri Landman
Para Lampadia
Los tres nombres con los que titulo este artículo no son de un gladiador romano, una chica prodigio en una película o de un dios de la mitología griega, sino que corresponden a mis tres mascotas caninas y con ellos en mente, visité una perrera la semana pasada.
El centro de atención de animales al que me refiero, se encuentra en la ciudad de Miami en el condado de Dade en los Estados Unidos. Según me explicó uno de los voluntarios que trabaja en el lugar, ellos se encargan de albergar a los perros y gatos rescatados de la calle, darles las atenciones necesarias y luego ponerlos en adopción.
Es digno de admiración, llegar a un albergue municipal y encontrar que cuentan con una infraestructura de primer nivel. Todo el recinto, cuenta con aire acondicionado, para que los animales no sufran el calor de Miami, que puede llegar hasta 40 grados centígrados en verano. La limpieza y el orden es lo que caracteriza a todos los ambientes a los que ingresé. Los caniles, donde albergan más de doscientos perros, se limpian dos veces al día por personal contratado y voluntario. En pocas palabras, todo está impecable.
El albergue cuenta con una clínica veterinaria, donde brindan servicios a costo social, áreas de juego para los perros mientras esperan ser adoptados y áreas de contacto en donde los potenciales “padres” de los perros en adopción, pueden relacionarse con ellos y así conocer el comportamiento del animal antes de llevarlo a casa.
No me considero un “dog lover” ni tampoco un animalista, pero si puedo decir que la manera como una sociedad trata a sus animales, es una clara muestra de la educación y los valores de las personas que pertenecen a esa sociedad.
En nuestro país existen esfuerzos aislados para tratar la problemática de los perros y gatos abandonados en la calle, son casi seis millones. Son poquísimas las municipalidades que hacen algo al respecto. Es digno mencionar lo que hace Santiago de Surco o San Borja. Municipios como San Isidro, Miraflores o Lince también realizan esfuerzos para ayudar a los animales abandonados, sin embargo, hay que ser claros que no existe una política de estado.
Hace algunos meses, el congreso promulgó el reglamento de la ley 31311, Ley de Priorización de Esterilización de Perros y Gatos. Sin embargo, esta ley, como la gran mayoría de leyes en nuestro país, es letra muerta. Es muy fácil y conveniente darle la responsabilidad al dueño de esterilizar a su mascota, pero no se les da las facilidades para que lo haga.
Cuando esterilicé a uno de mis perros hace unos meses, la operación costó tanto como una vasectomía a un hombre. ¿Saben ustedes cuánto cobra el centro de animales de Miami por el mismo procedimiento? El costo por la esterilización de un perro es de cuarenta dólares y de un gato, veinte dólares. Me pregunto ¿si los servicios veterinarios en Estados Unidos son muchísimo más caros que en nuestro país, ¿cómo es posible que allá tengan una tarifa social de 40 dólares y en Perú no baje de 120 dólares?
La ley 31311, asigna la responsabilidad de esterilizar a los animales abandonados a los municipios, pero no les asigna un sol en recursos para que puedan hacer dicha labor. ¿Qué podemos hacer como sociedad?
Si bien existe en el Perú la ley 30407 que protege a los animales contra el maltrato, poco o nada se ha hecho al respecto. Los casos de sentencias efectivas en contra de personas que maltrataron y hasta mataron a sus mascotas, son casi inexistentes, al menos yo no pude encontrar uno solo al momento de hacer la investigación para escribir este artículo.
En los Estados Unidos, la estrella mejor pagada de la NFL (National Futbol League), el jugador Michael Dwayne Vick, fue sentenciado a 21 meses en una prisión federal y al pago de una reparación de un millón de dólares, al ser hallado culpable de maltrato animal. A Vick lo declararon culpable por haber participado en una red de crianza en condiciones deplorables de perros raza pitbull, a los que sometían a peleas de perros, en muchos casos hasta la muerte.
Hace unas semanas, la Municipalidad de Lima en coordinación con el Ministerio Público, realizó un operativo en el centro de Lima, donde rescataron decenas de perros y gatos que estaban siendo comercializados ilegalmente en la mitad de la calle, en condiciones deplorables a vista y paciencia de todos. Me pregunto ¿Cuántas personas fueron detenidas? ¿Alguna fue acusada de maltrato animal? Lo más probable es que no pase nada, como en la mayoría de los casos.
El país tiene muchísimos problemas, como la inseguridad, la corrupción, la anemia infantil y tantos otros que requieren de presupuesto y atención de las autoridades, pero como sociedad, no podemos ser indiferentes con aquellos animalitos que han sido abandonados y requieren nuestra ayuda.
No es sencilla la tenencia responsable de un perro, pero cuando llego a casa y mis perros me reciben con una alegría casi infinita, reafirmo que ellos me dan muchísimo más que yo a ellos.
Guau Guau. Lampadia