Uri Landman
Para Lampadia
A lo largo de la historia han existido sociedades secretas, que las podemos definir como organizaciones que exigen a sus miembros, ocultar su pertenencia a las mismas e inclusive su misma existencia. A veces los candidatos a ellas tienen que pasar por ritos de iniciación, todo bajo la más absoluta reserva. Estas organizaciones tienen objetivos o agendas propias, que pueden ser políticas, financieras, religiosas, etc.
Algunas de las sociedades secretas más famosas son: Los Masones, La Hermandad de La Muerte, Rosacruz, Los Illuminati, entre muchas otras.
La sociedad secreta de Los Illuminati es probablemente la más famosa en la historia y a la que se le atribuye más poder.
La Orden de los Illuminati fue fundada a finales del siglo XVIII por Adam Weishaupt, profesor de derecho canónico en Baviera. Weishaupt buscaba limitar la interferencia de la Iglesia en la vida pública. Basó su organización en los Masones, con su correspondiente jerarquía y misteriosos rituales. La mayoría de sus miembros eran defensores de “La Ilustración”, movimiento cultural que dominó la Europa de ese siglo. Ellos eran pensadores que sostenían, que la razón humana podía combatir la ignorancia. Tuvieron una gran influencia en aspectos políticos, económicos y sociales de aquella época.
La Orden de los Illuminati fue proscrita por el Duque de Baviera en el año 1875, quien, a través de un edicto, prohibió la formación y existencia de sociedades secretas.
A pesar de esta prohibición, el imaginario colectivo expresado a través de diversas teorías de la conspiración, afirma que los Illuminati existen y están más activos que nunca.
El consenso entre los que apoyan estas teorías, es que esta poderosa sociedad está buscando crear un “nuevo orden” a través de los medios de comunicación y es por ello que se han infiltrado en el mundo del espectáculo y la política. Esto se traduciría en un gobierno totalitario impuesto por ellos.
De acuerdo a sus críticos y detractores, existe una larga lista de personalidades que son parte de la sociedad. Entre ellos se menciona a Gorbachov, Barak Obama, George Bush, Hillary Clinton, Lady Gaga, Miley Cyrus y hasta la fallecida reina de Inglaterra, Isabel II.
En esta columna, no voy a analizar si existen suficientes pruebas para afirmar que los Illuminati existen o son producto del imaginario colectivo. Sin embargo, soy de la opinión que en nuestro país existe un grupo de personas que se ven a ellos mismos como los “iluminados”, quienes nos quieren imponer su agenda política y social. Me refiero a “La Orden Secreta de los Caviares”.
Los caviares son un grupo de individuos que no tiene una organización vertical ni rituales misteriosos de ingreso como lo tenían Los Illuminati; sin embargo, son sumamente adaptables a la situación y eficaces en sus resultados, sin importar los métodos.
Algunas fuentes que consulté para este artículo, afirman que existen tres o cuatro personas que se podrían llamar “el directorio caviar”, quienes son los encargados de trazar los grandes lineamientos de sus políticas. De mi parte, soy más de la idea que los miembros de este grupo, van uniendo alianzas de acuerdo a determinados objetivos que quieren alcanzar. Lo explicaré con un ejemplo:
La semana pasada, salió en un medio de comunicación las declaraciones en la fiscalía del exasesor Jaime Villanueva, en las cuales afirma que Gustavo Gorriti habría dirigido la investigación del fiscal Pérez contra Keiko Fujimori por el Caso Cócteles.
Ante estas gravísimas imputaciones contra Gorriti, la maquinaria caviar se puso en marcha.
El Instituto de Prensa y Sociedad, IPYS, una ONG caviar, sacó rápidamente un comunicado en el cual ellos afirmaban que no habían encontrado ningún indicio delictivo imputable a Gorriti o IDL, arrogándose las funciones del Ministerio Público y Poder Judicial.
En el colmo del doble rasero, exigen que las declaraciones de Villanueva que involucran “principalmente a magistrados y políticos”, deben ser corroboradas e investigadas. Pregunto: ¿Por qué no se debe investigar a Gorriti y al IDL también?
Todas las sociedades secretas necesitan financiamiento para sobrevivir y llevar adelante su agenda. En la época de los Illuminati se decía que estaba compuesta por banqueros, terratenientes y gente rica en general, quienes eran los que bancaban la sociedad. El día de hoy, los caviares han encontrado la manera de financiar sus objetivos con el dinero de todos nosotros.
A través de sus ONG, brindan servicios de consultoría al Estado, sobre todo en los Ministerios de Educación, Trabajo, Medio Ambiente, de la Mujer y de Poblaciones Vulnerables. Dichas consultorías, la mayoría de ellas inservibles, nos cuestan cientos de millones de soles a todos los peruanos y no cumplen otra función que financiar su agenda política e ideológica.
Algunos piensan que la existencia de los Illuminati es solo un mito. Otros piensan que no existen los caviares; pero como decía el agente especial Fox Mulder, en los Expedientes Secretos X, “la verdad esta allá afuera”. Lampadia