Uri Landman
Para Lampadia
Uno de los gánster más famosos de todos los tiempos, fue sin duda, Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone. Nacido en el barrio de Brooklyn en 1899, en el seno de una familia italiana, Capone se mudó a Chicago en donde se convertiría para finales de los años 20, en la figura del crimen organizado más importante de esa ciudad.
A pesar de estar involucrado en una larga lista de delitos como extorsiones, prostitución y asesinatos, el gobierno norteamericano no pudo probarle ninguno de ellos.
Pero el largo brazo de la justicia llegaría a Al Capone a través de la estrategia elaborada por la fiscal general adjunta Mabel Walker Willenbrandt. Ella elaboró la táctica de acusar a figuras criminales de evasión de impuestos federales, sobre la base de sus lujosos estilos de vida. En 1930, el hermano de Capone, Ralph, fue condenado a 18 meses de prisión por evasión de impuestos.
Para evitar correr la misma suerte, Capone a través de su abogado, ofreció regularizar el pago de sus impuestos correspondiente a sus ingresos de los años 1928 y 1929, admitiendo ingresos de $ 100,000. El 13 de marzo de 1931, Capone fue acusado de evasión de impuestos del año 1924. Pocos meses después, la acusación se extendió a los años 1925 hasta 1929. Luego de varias idas y venidas en el juicio, finalmente Capone fue sentenciado a 11 años de prisión por evasión de $ 215,000 en impuestos sobre ingresos de un millón de dólares.
En 1939, Capone fue liberado de la cárcel por motivos de salud y se mudó a Miami Beach, donde se recluyó en su mansión de Palm Island. El 21 de enero de 1947, sufrió un derrame cerebral y murió cuatro días después.
Al Capone no ha sido el único que no ha podido justificar sus ingresos. La semana pasada nos enteramos a través de algunos medios de comunicación, que el fiscal José Domingo Pérez, famoso por su persecución a políticos y por su ineptitud en presentar acusaciones sólidas, está siendo investigado por enriquecimiento ilícito por el Ministerio Público.
La investigación preliminar llevada por el fiscal superior Reggis Chávez, reveló que Pérez tendría un desbalance patrimonial de más de 130,000 soles correspondiente a los años 2018 al 2023. Esta conclusión sería solamente la punta del iceberg. El peritaje contable revela hechos “particulares”. Por ejemplo, Pérez no consigna gastos regulares de la vida cotidiana de toda persona, como gasolina para su vehículo, una lujosa camioneta Volvo valorizada en más de setenta mil dólares. Tampoco consigna gastos de mercado, alimentación diaria, etc.
Una vez conocida la noticia, los caviares organizaron una férrea defensa a favor del fiscal. Empezaron por cuestionar al medio de comunicación y al conductor que dio a conocer la noticia. Luego la estrategia se dirigió a minimizar la investigación por enriquecimiento ilícito en vista que, según ellos, el monto de 130,000 soles era “casi nada para tanta bomba”. Por último, salió el mismo Pérez tratando de justificar su presunto desbalance patrimonial argumentando que una parte sustancial de sus ingresos son los viáticos que recibe de parte del Ministerio Público y con esos “ingresos” el desbalance desaparece.
Los que hemos recibido viáticos por viajes de representación, sabemos perfectamente que estos cubren solamente los gastos incurridos en dichos viajes y que los saldos, si los hubiere, se tienen que devolver junto con el reporte de gastos. Dicho de otro modo, los viáticos no son ingresos, solamente son reembolsos por gastos hechos a nombre de la empresa.
Ante tamaño escándalo en el que se ve involucrado el fiscal Pérez, cabe preguntarse ¿qué ha hecho la Junta Nacional de Justicia, que fue tan severa con la ex-fiscal de la nación Patricia Benavides? A Benavides la suspendieron luego de un proceso de seis días, utilizando copias fotostáticas de supuestos pantallazos de WhatsApp. Al fiscal Pérez, quien está investigado preliminarmente por enriquecimiento ilícito, la JNJ ni siquiera le abre una investigación de oficio.
El fiscal Pérez es muy importante para los intereses caviares en el Ministerio Público y hay que defenderlo y protegerlo a toda costa. Hace unas semanas se supo que este fiscal fue separado del caso en contra de Keiko Fujimori en la investigación por el presunto delito de lavado de activos por los aportes de campaña del 2021. La excusa que se dio fue una presunta vulneración del debido proceso tal y como lo señaló el Tribunal Constitucional. Sin embargo más parece que sacaron a Pérez de dicho caso, antes que el proceso se caiga y que termine haciendo el ridículo una vez más.
El doble rasero que aplican algunos sectores es vergonzoso. El equipo especial Lava Jato ha sido implacable persiguiendo a algunos personajes políticos que no son afines a su ideología, pero se han hecho de la vista gorda con aquellos otros, que siendo culpables disfrutan hoy en día en sus casas de playa.
De la misma manera que se necesitó un equipo comandado por Eliot Ness, conocido como “Los Intocables” y que fue el responsable de acabar con Al Capone, en Perú necesitamos un grupo de patriotas que esté dispuesto a acabar con la corrupción venga de donde venga.
Parafraseando a Eliot Ness, tu como ciudadano ”¿qué estás dispuesto a hacer?” Lampadia