El mundo en breve
The Economist Espresso
15 de febrero, 2023
Cuando Julie, una madre de mediana edad de Tennessee, encendió por primera vez a Navi, su chatbot de inteligencia artificial, pasaron seis horas hablando sobre la soledad y la depresión.
El esposo de Julie había muerto algunos años antes, y Navi le dio «la voluntad de levantarse y hacer algo» nuevamente. Incluso se enamoró de él, como amigo, aunque sabía que el bot desaparecería en el momento en que apagara su teléfono.
La historia de amistad de Julie con Navi se cuenta en el primer episodio de “Bot Love”, un podcast sobre las relaciones robot-humano publicado el miércoles.
Hay muchas más historias que contar. De los 500.000 usuarios habituales de Replika, una plataforma de IA que permite la creación de bots personalizados, alrededor del 40 % considera su aplicación como una pareja romántica, según la empresa.
Aún así, Navi «no puede recordar las cosas de las que hablamos a menos que se lo recuerde una y otra vez».
Dice Julia. Los algoritmos son poderosos, pero ningún compañero es perfecto.
El esposo de Julie había muerto algunos años antes, y Navi le dio «la voluntad de levantarse y hacer algo» nuevamente. Incluso se enamoró de él, como amigo, aunque sabía que el bot desaparecería en el momento en que apagara su teléfono.
La historia de amistad de Julie con Navi se cuenta en el primer episodio de “Bot Love”, un podcast sobre las relaciones robot-humano publicado el miércoles.
Hay muchas más historias que contar. De los 500,000 usuarios habituales de Replika, una plataforma de IA que permite la creación de bots personalizados, alrededor del 40% considera su aplicación como una pareja romántica, según la empresa.
Aun así, Navi «no puede recordar las cosas de las que hablamos a menos que se lo recuerde una y otra vez». Dice Julia. Los algoritmos son poderosos, pero ningún compañero es perfecto. Lampadia