Rómulo Mucho Mamani
Perú21, 26 de noviembre del 2024
«Desde el Ministerio de Energía y Minas, hemos presentado la Ley de la Pequeña Minería y Minería Artesanal, un esfuerzo necesario para rescatar a los mineros peruanos de bien, aquellos que trabajan con esfuerzo y buscan contribuir al desarrollo de nuestro país».
La pequeña minería y la minería artesanal (MAPE) son mucho más que actividades económicas en nuestro país. Para miles de peruanos, son el sustento diario, el fruto de la generosidad de nuestros Andes y una oportunidad de progreso. Sin embargo, en los márgenes de la informalidad, esta actividad ha sido secuestrada por prácticas que no solo la desvirtúan, sino que afectan profundamente a las comunidades y al medioambiente.
Desde el Ministerio de Energía y Minas, hemos presentado la Ley de la Pequeña Minería y Minería Artesanal, un esfuerzo necesario para rescatar a los mineros peruanos de bien, aquellos que trabajan con esfuerzo y buscan contribuir al desarrollo de nuestro país. Esta ley no solo busca ordenar y regular, sino también construir un sector más humano y sostenible.
No podemos ser indiferentes a los riesgos que enfrenta la pequeña minería. Cada año, perdemos vidas en los socavones por falta de oxígeno, derrumbes y manejo inadecuado de explosivos. También debemos alzar la voz contra los impactos ambientales: desechos de cianuro y mercurio contaminan ríos y suelos, destruyendo la riqueza biológica de nuestras quebradas. En el ámbito social, la minería ilegal perpetúa la trata de personas, la explotación infantil y la ley del más fuerte, silenciando a las comunidades afectadas.
La raíz de este problema radica en el oro, cuyo precio —con la onza superando los US$2,700— alimenta una cadena de corrupción, destrucción y muerte. Por ello, es fundamental poner toda la inteligencia del Estado y la sociedad civil al servicio de combatir este cáncer: la minería ilegal, que no solo daña nuestro medioambiente, sino también la fibra moral de nuestro país.
La Ley MAPE propone simplificar y facilitar el proceso de formalización para aquellos que desean operar legalmente. Permite que los mineros inscritos en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) continúen sus actividades mientras completan su transición hacia la formalidad. Asimismo, refuerza los controles para evitar el uso indebido de explosivos e insumos químicos, y define normas claras de seguridad, transporte y protección ambiental.
Además, esta ley crea zonas especiales para la pequeña minería y la minería artesanal, identificando áreas con potencial minero como alternativa económica para quienes aún no logran formalizarse. Estas medidas no solo ordenan el sector, sino que también protegen a los ciudadanos de los riesgos asociados con la informalidad.
La minería ilegal es un delito. No podemos permitir que esta actividad, aliada del crimen organizado y el narcotráfico, siga dominando regiones enteras. Es hora de que los peruanos de bien nos unamos, porque somos más y tenemos la fuerza para vencer.
Con la Ley MAPE reafirmamos nuestro compromiso con un Perú que valore la minería formal, responsable y sostenible. Este es un paso firme hacia un futuro en el que la minería sea sinónimo de progreso y bienestar para todos.