Por: Dr. Rolando Arellano C., Arellano, Consultoría para Crecer y CENTRUM Católica.
¿Las tiendas Paris cerraron en Perú por el COVID19? Esto les afectó, pero tres meses no deberían ser fatales para sus espaldas financieras. ¿Le faltaría expertisse? No, pues es una cadena antigua en Chile. ¿Será que llegó muy tarde al país? Tampoco, pues el mercado sin atender aquí es muy amplio.
Quizás creyeron, como algunos extranjeros a veces con arrogancia, que lo que funcionó en su país funcionará aquí, un mercado “menos exigente”. De hecho, luego entienden que el Perú no es España, Estados Unidos o Chile con años de atraso, sino que tiene características y complejidad distintas. Y sólo luego de perder valioso tiempo en vueltas y retrocesos, aceptan que deben adaptarse y recurrir al saber local.
Le ocurrió a muchos, como a Telefónica y a Ripley, que debieron empezara a peruanizarse. Fue más fácil para Falabella porque compró la experiencia de Sears y de SAGA. Pero en el camino quebraron varios otros. Y también sucede con gerentes peruanos que creen que un «copy-paste» de lo desarrollado fuera les garantiza el éxito, y fracasan estrepitosamente. O peor, se quedan con un mercado pequeño, sin las mayorías.
En fin, muchas veces los problemas de las empresas sólo se notan cuando algo mayor los pone en evidencia. Como ahora, cuando el COVID es, para muchas, solo la estocada final.