Por Roger Valencia, Cusco
Desde el Cusco y habiendo sufrido el Paro en contra del decreto 1198, nos ponemos a repasar sus mensajes, para entenderlos y saber quiénes son los responsables de esta tragicomedia.
1.- La palabra convenio es una afrenta.
2.- Solo el estado puede ser encargado de gestionar el bien común (no importa cuán ineficiente sea)
3.- La participación privada es “sospechosa” (ideológicamente incomoda, para quienes creen que es el Estado el único responsable de gestionar la vida entera de los ciudadanos)
4.- Los medios de manera general no informan, solo distribuyen clichés
5.- Las autoridades de Cusco en búsqueda de justificar sus mediocres resultados de gestión utilizaran cualquier oportunidad para buscar popularidad, aunque esto signifique ser furgón de cola de la autodenominada Asamblea Popular.
6.- No pueden haber voces disonantes, estas son acalladas por el montón.
7.- El parlamento nacional está muy lejos de ser una cámara deliberante, no se defienden principios solo se calculan costos y prebendas
8.- El Chovinismo del Cusco es exportable, el parlamento lo promociona.
9.- Pierde el Perú, pierde el Cusco. Una vez más un decreto supremo que posibilita convenios con actores de la sociedad en su conjunto, deviene en sospechoso por haber sido emitido en virtud a facultades extraordinarias, por un ejecutivo sin bancada que pueda mostrar al país las bondades del mismo.
10.- La campaña presidencial y la lucha por conseguir un sitio en cualquier lista parlamentaria enciende motores, varios ilustres desconocidos se han proclamado “héroes” de la defensa del patrimonio.
11.- La asamblea popular exige que el gobernador de Cusco rinda cuentas de su sospechosa actuación en Lima (Como en el dicho quien siembra vientos cosecha tempestades)
Sería tragicomedia si su derogatoria por el Parlamento Nacional no afectaran a todo el Perú pero constituye una verdadera tragedia, usando la palabra como la usó el filósofo Whitehead: «La esencia de la tragedia no es la tristeza. Reside en la solemnidad despiadada del desarrollo de las cosas».
Sea este un llamado a la acción para quienes no aceptamos este libreto ya ensayado otras veces.