Entrevista a Roberto Abusada Salah, presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE)
Gestión, 26 de mayo de 2020
Lo que vienen haciendo el Ejecutivo y el Congreso no mejora la confianza. Con la ampliación de la cuarentena no se corre el riesgo de una conmoción social, advierte el economista.
El gobierno acaba de prorrogar la cuarentena hasta el 30 de junio. ¿Cómo afectará eso la economía que ya está mal?
Con esta ampliación de la cuarentena el gobierno se está corriendo el riesgo de una convulsión social porque la gente que no tiene ingresos -porque perdió el trabajo o porque su actividad no la puede realizar por el confinamiento (informales) – no tiene alternativa y no van a soportar esta extensión, ya no está acatando la cuarentena. Hay miedo en la gente de lo que les pueda pasar y no ven respuestas en el gobierno.
Creo que el gobierno está tratando de arreglar el mal manejo que hizo de la pandemia desde un principio. Y le siguen echando la culpa a la gente de la propagación del contagio. El gobierno reaccionó dos meses después con el control de los mercados o la distribución de los bonos familiares (bancos), o con el control del transporte, cuando era evidente que en todos ellos se produce aglomeración y contagio.
El presidente dijo que esta ampliación de la cuarentena irá en simultáneo con la fase II de la reactivación de la economía. ¿Ayuda a la reactivación esta extensión?
Eso de la reactivación por fases es un absurdo, no va a funcionar, no está funcionando y el alargue de la cuarentena no creo que vaya a corregir eso.
Pero, según el gobierno, estamos en la fase I del reinicio de actividades productivas y se está avanzando. ¿Cómo ve este proceso?
Los protocolos que están dando el ministerio de Salud y el Produce son incumplibles. El empresario es el primer interesado en que sus trabajadores no se contagien (del covid -19) y donde detecte a un infectado va a hacer el seguimiento de este para contener el contagio. Entonces, poner parámetros como eso de que el índice de masa corporal (IMC) tiene que ser 30 o menos para poder asistir a trabajar, es absurdo, lo han tenido que corregir. O que una persona mayor de 60 no puede trabajar, cuando acá mucha gente no tiene pensión y ante escasez de mano de obra calificada ningún empresario se va a deshacer de un trabajador que tenga más de 60 años, con amplia experiencia y que pueda trabajar. Todas las medidas que dan parecen creadas para Suecia, o no sé qué país.
Además, los protocolos los aprueban en distinto momento a cada firma dentro de la misma industria. Es decir, están añadiendo a su incapacidad lo inconstitucional e ilegal que es tratar a iguales de manera distinta. Ni se deben haber dado cuenta.
¿Qué recomendaría para que la economía entre realmente a un proceso de reactivación?
Para reactivar, hay que trabajar con el sector privado y olvidarse de planificar, en el sentido de decir: primero viene este sector, luego el otro. Lo que hay que hacer es que el sector que pueda cumplir con protocolos razonables debe abrir, sea una peluquería o una fábrica de cemento. No podemos ir por el camino de la fase I, fase II, etc., porque eso no va a funcionar como te puede decir cualquier economista.
¿A más de 60 días de cuarentena, qué opinión le merecen las medidas que ha tomado el gobierno?
Creo que el BCR y el MEF reaccionaron muy rápido para enfrentar este problema, pero la implementación de las medidas ha tenido la deficiencia de meter a Cofide y no trabajar de la mano con el sector privado. Igual, los créditos para las empresas están llegando, pero qué ganamos con que algunos incrementen su producción si no hay demanda porque se cayeron los ingresos de la población. Por otra parte, no se está avanzando en la reapertura de la economía porque se están poniendo protocolos incumplibles. Estamos en una encrucijada bien fea.
¿Qué encrucijada?
Se acercan las elecciones generales y el nivel de incertidumbre está creciendo exponencialmente, más que los contagios (del covid-19) y así no podrá haber reactivación. Para salir de la crisis se necesita reabrir la economía, dominar al virus, pero además confianza del consumidor y, sobre todo, del inversionista. Y lo que está haciendo el gobierno, Congreso y Ejecutivo, es para que siga deprimida la confianza y no para que se recupere.
¿Hacia futuro, qué condiciones permitirían que la gente tenga esperanza de mejoras?
Mire este país tiene todo para crecer, pero con ese tipo de políticas populistas y estatistas que se lanzan desde el Congreso y que el gobierno no impide, es imposible. O retomamos el rumbo, con políticas sensatas, o vámonos para Venezuela todos. El hecho de que Perú sea macroeconómicamente fuerte no necesariamente va a durar para siempre. Este año podemos tener un déficit fiscal de 10% a 15% del PBI fácilmente y la economía puede caer entre 10% y 20%.
Y ese déficit fiscal es deuda pública, y mientras más alta sea esta deuda más difícil será para el estado y las empresas encontrar financiamiento con buenas condiciones. Entonces, estamos matando la gallina de los huevos de oro de una manera irresponsable, como nunca se ha visto en la historia del Perú. Esto es lo más parecido, en cuanto a políticas, a lo que se vio en el primer gobierno de García.
La incertidumbre ya venía creciendo desde el gobierno de Humala y ahora con la pandemia y lo que hace el Congreso agudizando. ¿Qué nos espera?
Bueno, miremos a Venezuela, es un buen espejo. Aquí puede pasar cualquier cosa, cualquier demagogo puede salir presidente y con un congreso en el que no tenga mayoría, volveríamos a las mismas (de antes del adelanto de elecciones). En el actual congreso no se están viendo reformas políticas importantes para que eso no ocurra como el regreso del Senado, distritos electorales uninominales. Era obvio que este Congreso no iba a hacer esas reformas y, peor aún, las pocas que se estaban haciendo las están deshaciendo.
Entonces ya estamos en una cancha de combate. El gobierno que tiene malos números en el control de la pandemia va a seguir con el viejo juego de atacar al Congreso y este, ante eso, más populismo: a más ataques, más populismo.
MEDICAMENTOS
“Buscar control simulado de precios es dispararse al pie”
En relación a las leyes que viene impulsando el Congreso, y el mismo Gobierno (mediante un DU) para evita la especulación y acaparamiento de medicamentos que se requieren para combatir el covid-19, Roberto Abusada, presidente del IPE, señala que usan el argumento de que defienden a los ciudadanos de bajos recursos cuando en realidad se trata de un control de precios.
Explica que los medicamentos son caros porque son de marca y porque que no hay genéricos garantizados por el Estado que sean realmente intercambiables (bioequivalentes. “Buscar un control simulado de precios, como están haciendo, es dispararse al pipe como está probando tanto por en la experiencia más antigua como por la más reciente, la del primer Gobierno de García”, precisó.