Rafael Rey, Ex Ministro de Defensa
Expreso, 17 de julio del 2024
En el Perú bajo dominación caviar es lícito, legal y hasta “merecido” indultar y rebajar penas a condenados por terrorismo. Para militares y policías es ilícito, ilegal, inaceptable. Tengo casi mil ejemplos. El que sigue es uno de ellos.
Pseudónimo en SL: Pilar. Clave de “colaboradora” A2A000129
Ella reconoció:
Que integró el movimiento de fachada de Sendero Luminoso (SL) en la Univ. San Marcos. Que integró el destacamento de combate zonal de SL en distritos San Martín y La Victoria. Que realizó labores de agitación, propaganda armada y sabotajes (abril 1992). Que se capacitó en explosivos y los utilizó en varios atentados. Que realizó reglaje a periodistas del diario Expreso para frustrado atentado con carga explosiva de 20 kilos.
Que realizó reglaje a efectivos del Serenazgo de San Luis. Que hizo reglaje a policías del mercado de frutas y de agencias bancarias del centro de Lima. Que participó en asalto y robo a tienda Chapetex en La Victoria (enero 93). Que participó en la quema de dos ómnibus de la Línea 41. Ella los roció de gasolina (febrero 93). Que colocó e hizo explotar la bomba en atentado al Banco Wiese en la Av. Colonial. Que ejecutó directamente el atentado con coche bomba en Mercado N. 2 de La Victoria (mayo 93).
Por ley y gravedad de los hechos le correspondía cadena perpetua, pero por colaborar para identificar a otros terroristas fue condenada a pena reducida de 25 años prisión.
Año 2000. Gobierno de Paniagua. Diego García Sayán jura como ministro de Justicia el 26 noviembre de 2000. El 29 noviembre, es decir solo 3 días después, mediante R. Suprema 256-2000 –firmada por él y por Paniagua– le conmutan la pena de 25 años a 17 años. El 19 julio 2001 con R. Suprema 298-2001 –los mismos García Sayán y Paniagua– le conmutan nuevamente la pena y la reducen de 17 a 7 años y medio. No sé si lo merecía. Se lo otorgaron. Las ONG no se quejaron. Al contrario, lo promovieron.
Los acusados y condenados por terrorismo, causantes de 22,000 muertos, decenas de miles de heridos y millonarios daños materiales, autores directos de delitos de lesa humanidad, sí merecen clemencia. ¡Quienes nos defendieron y han sido condenados por simple suposición (autoría mediata) no! ¡Hipocresía inaceptable!