Entrevista a Pedro Olaechea, expresidente de la Comisión Permanente
Por: Gabriela Avalos Ríos
Gestión, 13 de marzo de 2020
Señaló que la disolución del Congreso mostró que el Perú aún no es un país de “leyes”. Sobre las contrataciones que realizó la Comisión Permanente, recalcó que se hicieron de manera transparente.
Han pasado 165 días desde que se disolvió el Congreso y para el expresidente de la Comisión Permanente, Pedro Olaechea, todo lo que ha sucedido, desde entonces, es “sorpresivo”.
Olaechea, en conversación con Gestión, afirma que cumplió al 100% con la revisión de los decretos de urgencia y recalca que de encontrarse alguna “irregularidad “ por el nuevo Parlamento será la historia quien lo juzgue.
¿Qué DU fueron observados por la Comisión Permanente?
Hemos procurado trabajar todos, pero hay algunos que son inconstitucionales e insalvables, por lo que fueron objetados. Tal vez si hubieran venido los ministros involucrados a sustentar sus decretos hubiera sido diferente la cosa.
¿Cuáles son esos insalvables?
Por ejemplo, el que tiene relación con el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) y el 020 sobre las declaraciones juradas.
¿Cree que el 020 será archivado por el nuevo Congreso?
Que la Presidencia del Consejo de Ministros pida información de los congresistas es como que el Congreso pida la hoja de vida del presidente. No pues, no. Las hojas de vida deben estar en las organizaciones que son independientes, como la Contraloría.
¿Eso ha demorado la juramentación de los nuevos congresistas?
Claro. No me parece bueno y estamos añadiendo nuestras sugerencias.
¿Van a dejar recomendaciones extras al nuevo Congreso?
Están quedando claros nuestros comentarios que pueden tomarlos o no. Hay muchas faltas en los DU, incluso gramaticales y ortográficas.
¿Fue buena la relación con el Ejecutivo en este tiempo?
El Poder Ejecutivo por orden del primer ministro (Vicente Zeballos) nos dijo: “Ustedes dedíquense a los DU y no fastidien”. No hemos tenido información de ellos salvo algunos casos que hemos tenido la suerte de contar con el contralor, la nueva jefa de Reconstrucción, así como también la viceministra de Hacienda del MEF.
¿Qué sensación le dejó la disolución del Congreso?
Me deja la sensación de que todavía no somos un país de leyes.
¿Cómo resumiría lo sucedido desde el 30 setiembre hasta hoy?
Interesante. Por toda la cortina mediática. Entonces si la percepción de personas y de las encuestas es la voz del país, me parece interesante. Se trató de desprestigiar a un Congreso que, en mi opinión, no fue obstruccionista.
¿Qué pasaría si el nuevo Congreso coincide que hubo irregularidades en la juramentación de Mercedes Aráoz?
Yo reafirmo que actué de acuerdo a ley. Eso es claro. La ley a mí me dio atribuciones como presidente del Congreso.
¿Qué cambiaría de su trabajo en el Congreso?
Nada. Los hechos son los que fueron. Cuando uno maneja el Congreso no actúan voluntades propias. Al final del día uno tiene una obligación, la de cumplir.
¿No hace un mea culpa?
Yo creo que fortalecería la fiscalización.
Pero ¿qué cambiaría?
Hay que tener mucho cuidado con el tema de la inmunidad.
¿Por los blindajes?
Desde mi percepción hay muchas cosas que se pudieron cambiar desde el Congreso. La labor del congresista es de fiscalizar. Entonces, no cumplimos esa labor.
¿Por qué la Comisión Permanente contrató más personas que el propio Congreso?
Usted vaya y pida todas las cifras. Acá ha habido cambios que se han tenido que hacer. Todo está transparentado.
¿Se gastó en asesorías?
Tampoco. Ya se hizo una inversión en asesorías hace dos años.
¿Usted niega que se extralimitó en los gastos de su gestión?
Pero si habían sacado a todos. Se tenía que contratar gente. Necesitábamos gente de seguridad. Son más de siete hectáreas, y la limpieza también. Esto es más que cuidar una chacra.
¿Qué personal se contrató?
La organización parlamentaria son funcionarios que deben ser respetados, que tienen derecho a mejorar su vida, a tener un crecimiento profesional. ¿Qué somos acá? ¿Los pobres del lugar?