Por Pablo Secada
FB, 27 de enero de 2019
“La cúpula militar controla más de 76 empresas en Venezuela”, leo. Acá se privatizaron más de 130. Había hasta un cine que proyectaba pornos. Ese fue, creímos los ingenuos, el fin del “capitalismo de estado”, esa idiotez que solo pudieron creer esos milicos y quienes siguen creyendo que tenían razón.
Solo hay economía de mercado cuando hay libertad de elección. Y solo la hay realmente cuando hay competencia y un estado que corrige las fallas de mercado y promueve la equidad. La ignorancia supina de los milicos de acá los sobrevivió. Aún hay tantos que no saben, pero opinan.
Seguimos arrastrando las cleptocracias de Petroperú, Sedapal y las EPS. En Petro la corrupción se hereda. Conozco dos casos. ¿Cuántos habrán? ¿Y de la corrupción que no se hereda? Las otras, decenas de ellas, le roban su futuro a los niños con menores oportunidades.
No puede haber capitalismo si deciden milicos, en vez de millones.
No puede haber economía de mercado sobre un estado precario. Menos la habrá en un estado precario.
Un alumno de séptimo ciclo de economía tiene la base teórica para entender esto. Y cualquiera que va con los ojos abiertos lo ve.
Lavajato es un chancay de a veinte al lado de lo que hacen, harán y han hecho Petroperú, Sedapal, las EPS y otras. ¿Saben cuál es la contingencia de Electroperú? ¿Los huecos de Cofide, Agrobanco y la Caja Metropolitana?, por ejemplo.
Se están tirando más de $6 mil mn en Talara, con obra atrasada encima, para seguir robando en las compras. Talara es absolutamente innecesria. Importarán para refinar. Y robar, claro. Millones de millones.
¿Cómo hacemos para que lo justicieros y la prensa libre se interesen? ¿La investigación tiene que venir de Brasil? ¿Tiene que haber una serie en Netflix?