Nelson Torres
Consultor
Para Lampadia
La mayoría debe haber escuchado alguna vez la canción “El Murguero” de Los Auténticos Decadentes. En uno de los coros se canta:
Señora, atención a todos los chicos
El choripán se está vendiendo a sólo un pesito
Un pesito el choripán
La canción es de 1995, tiempos de Menem y Domingo Cavallo. La paridad hacía que el peso argentino tenga el mismo valor que el dólar. Un pesito, era un dólar. La historia es conocida. No se pudo sostener la paridad, Argentina terminó en el corralito y el fin de la convertibilidad a inicios del año 2002.
El choripán es un ejemplo de la caída libre de la Argentina. El choripán argentino es probablemente el mejor del mundo. Un choripán a un dólar era un precio excelente y seguro valía absolutamente la pena comprarse uno. Cuando tuve la oportunidad de viajar por primera vez a la Argentina, el año 2011, recuerdo claramente que el dólar estaba a poco más de 4 pesos (casi 10 años después del Corralito) y aunque no recuerdo exactamente el precio del choripán, los que comimos en una carretilla en Puerto Madero, no me parecieron baratos, con seguridad costaban mucho más de un dólar.
Volví algunas veces más a Argentina y el país que me resultaba caro, hasta inaccesible, empezó a ser, año a año, un país donde nos resulta (a los peruanos) cada vez más barato ir a turistear. Los últimos dos años he ido con alguna frecuencia. Mi hija estudia allá y la necesidad de estar con ella me ha hecho viajar.
Tengo aún el sabor y recuerdo del mejor choripán de mi vida, lo compré en las marchas (felices y danzantes) por el 1ro de mayo del 2022. Íbamos a San Telmo y encontramos la 9 de Julio cerrada por decenas de miles de peronistas y devotos de Eva Perón. Caminamos muchas cuadras y, en la esquina de Belgrano con la 9 de Julio, en medio del jolgorio camporista, compramos 2 choripanes para los 4 que éramos. A 300 pesos cada uno. La mitad de un choripán era un almuerzo completo. Gigantescos e impresionantemente sabrosos.
En abril 2023 volví a visitar argentina, no encontré un choripán tan delicioso como el de las marchas peronistas. Sin embargo, en casi un año el precio se había disparado (de la mano con la inflación), ya por encima de los 600 pesos. Para un turista que paga con el dólar blue (el que disfrutamos los turistas) algo más de US$ 1.5 por choripán. Para un argentino que vive en pesos, más de US$ 3 por choripán, con un ingreso en caída libre gracias al kirchnerismo.
La inflación empobrece. No hay que ser genio para saberlo. Los argentinos se quejan de poder comer cada vez menos carne. De disfrutar una menor variedad de productos. Mi hija hace una semana no encontraba azúcar. El populismo kirchnerista ha empobrecido salvajemente a la mayor parte de argentinos. Un país que solía ser de primer mundo o próximo a él, ahora está en la autopista a la pobreza.
Seguro que, cuando vuelva a Buenos Aires, encontraré el choripán a más de 1,000 pesos. Sólo espero encontrar el sabor del que disfruté en la marcha peronista asalariada. La mayoría de los que ese día paseaban por el centro de Buenos Aires seguro eran felices con sus planes sociales, viviendo en marchas sin tener que trabajar. Luego es simple culpar al FMI o al “imperio” por los descalabros de un país quebrado por los bonos y subsidios y, por cierto, la taimada corrupción de las izquierdas.