Nelson Torres Balarezo
Para Lampadia
Hace unos días, un buen amigo que reside en Trujillo, nos compartió en el grupo de WhatsApp del colegio una resolución fiscal. Al principio pensamos que era una broma, su contenido parecía inverosímil, pero tras una breve investigación resultó siendo cierto.
La Fiscal Fiorella Gutiérrez Rodríguez de la Fiscalía Provincial Mixta de El Porvenir, en la ciudad de Trujillo, ordenó, el día 4 de marzo la liberación de tres detenidos, acusados de extorsión. Una liberación más, que se suma a los cientos de procesos donde delincuentes quedan libres por extrañas (por decir lo menos) decisiones de fiscales o jueces.
En muchos casos, las resoluciones de liberación, absolución o de continuación de los procesos con la libertad de seguir delinquiendo, se basan en vacíos legales o retrasos, incluso de minutos, en la presentación policial de los casos. Se puede culpar, fácilmente, a la Policía Nacional de no realizar adecuadamente su trabajo, es posible que sea así; sin embargo, la evidencia contra jueces y fiscales que benefician indiscriminadamente a delincuentes es notablemente mayor.
El caso en cuestión es consecuencia de un acto de extorsión en el distrito de El Porvenir, en el que incluso se llegó a detonar un explosivo. Tras la rápida acción policial, se encontró a los tres responsables (seguro un abogado o alguien de izquierdas dirá que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad). A los detenidos se los encontró con dinamita.
Podría tratarse de un caso más de liberación irregular, lo que no debería llamarnos la atención. Pero si me sorprendió (y mucho) el contenido de la resolución. En la misma (cito textualmente) se indica “de los actuados también se advierte que al momento del registro se le encontró en posesión de los investigados no solamente, cartuchos sino también materiales explosivos; sin embargo…”
Tras “sin embargo”, la fiscal concluye que “no se ha recabado los elementos de convicción suficiente…”, finalmente la fiscal dispone la liberación de los detenidos.
Hace un par de meses o algo más, una fiscal se empecinó en detener a un policía que había abatido a dos delincuentes que lo habían asaltado. El vídeo donde la señorita fiscal acosa al defensor policial para lograr la detención del policía que actuó en defensa propia, circuló ampliamente. En este caso, se encontró a tres honorables ciudadanos paseando dinamita por las calles del El Porvenir y, de acuerdo con las conclusiones de la fiscal, podemos suponer que iban a una fiesta con fuegos artificiales.
Soy ingeniero y no abogado y seguro no tengo los conocimientos suficientes de derecho. Pero tres personas detenidas, con dinamita, en la zona donde hubo una extorsión y un atentado, son prueba más que suficiente para vincularlos con el delito. Hasta donde sé, ningún peruano tiene la costumbre de andar por las calles con “cartuchos y materiales explosivos” como bien describe la fiscal.
Lamentablemente, gracias a la progresía y el buenismo, los “derechos” de los delincuentes están por encima de los de una sociedad atacada. Ellos saben que fiscales como la Dra. Gutiérrez van a encontrar la forma de justificarlos y liberarlos sin más trámite. Lampadia