Entrevista a Natale Amprimo
Expreso, 17 de diciembre del 2024
Natale Amprimo, ¿Por qué las ONG no quieren ser fiscalizadas y han hecho todo un escándalo para que el Congreso no apruebe la norma que permite transparentar los fondos que reciben del extranjero?
Porque ser fiscalizadas implica que tengan que dar respuestas, y a mí no me parece malo que se conozca de dónde provienen los fondos de las ONG, porque aquí debe primar el principio de transparencia. No se debe olvidar que la ley de partidos políticos prohíbe recibir donaciones del extranjero, y las ONG pueden ser usadas como una vía para burlar esa prohibición. A mí no me parece que estemos ante nada inconstitucional ni arbitrario y, además, esa transparencia no afecta la libertad de acción que tienen estos organismos.
Es inaceptable la injerencia de Estados Unidos y Canadá. Según se ha conocido, hay emisarios de ambas embajadas que conversan con los mismos parlamentarios para evitar que se apruebe la ley.
Eso no se debe permitir. Las embajadas no pueden ingresar a un campo que únicamente debe ser materia de análisis y debate entre los peruanos.
Pero ya antes ha habido un comunicado de varias embajadas rechazando esta norma.
Esperemos que la Cancillería asuma el rol que le corresponde en defensa de nuestra soberanía y libertad.
¿El Congreso, entonces, debe aprobar esta ley?
En principio, yo estoy de acuerdo con la aprobación de una norma que haga transparentes los recursos que reciben las ONG. Es extraño que muchas ONG, que reciben dinero para supuestamente contribuir a que se exija transparencia, no quieran tener transparencia respecto a sus propios ingresos.
Me pareció graciosa la portada de un diario conocido que advirtió que, si se aprobaba la norma, corría riesgo la relación entre Estados Unidos y Perú.
Es absolutamente absurdo, pero estamos acostumbrados a leer de todo en los medios.
Pasando al tema que se ha convertido en la agenda nacional, es decir, la nariz de Dina Boluarte, ¿usted señaló que no se puede forzar la figura de que la presidenta ha abandonado sus funciones cuando, en realidad, ha despachado de manera virtual?
Lo que he señalado es que Dina Boluarte no ha infringido la Constitución al no haber informado al Congreso que se iba a someter a una operación quirúrgica. Se está tomando una normativa de otro país, porque el Perú no tiene ninguna norma que disponga esa obligación, a diferencia de lo que establece, por ejemplo, la Constitución de Estados Unidos, donde se indica la obligación de los presidentes de comunicar cualquier situación que pueda afectar sus derechos o deberes de función. Pero tampoco se puede minimizar el comportamiento de la señora Boluarte. Yo creo que se debe distinguir lo constitucional de lo político. Y, en lo político, la señora Boluarte nos ha demostrado su poca transparencia.
Y su frivolidad.
No puede ocurrir que la presidenta crea que le puede mentir a los peruanos, pero ella tiene un doctorado en eso. A cualquiera que hubiese mentido como ella mintió en el caso de los Rolex, se le caería la cara de vergüenza, pero ella cree que puede actuar al margen de cualquier regulación. Recuerdo que ella, siendo ministra y vicepresidenta, hacía labores de gestión en favor del club Apurímac, cuando ello está prohibido, pero el Congreso pasó eso por agua tibia.
Pero fue la izquierda la que la blindó.
La izquierda y la derecha, la blindaron todos. La señora Boluarte no es transparente, nos ha mentido y, en consecuencia, cualquier especulación que se haga, por más exagerada que esta pueda ser, tiene visos de credibilidad, porque la conducta de la señora Boluarte permite creer cualquier cosa. El tema, entonces, no es jurídico, sino político.
Si es un tema político, ¿por qué la Fiscalía abre investigación por presuntos delitos?
Yo creo que hay una suerte de afán en el Ministerio Público de generar una imagen de eficiencia, pero, al final, veremos cómo esta denuncia será más ruido que nueces y no traerá ningún resultado. Si un presidente decide quedarse un día en el cargo y no salir de su cuarto, no es abandono del cargo.
Además, el Parlamento le permitió a Dina Boluarte despachar desde el extranjero, de manera remota, lo que fue avalado por el Tribunal Constitucional. ¿Acaso no ha abierto una caja de Pandora, debido a que es evidente que la presidenta no va a tener internet durante todo el viaje?
Fue un error, y mucha gente que apoyó esa barbaridad hoy se rasga las vestiduras. Pero, reitero, hay que distinguir el tema penal del político.
¿Usted estaría a favor de vacar a Dina Boluarte, a pesar de la inestabilidad que se generaría y estando tan cerca de las próximas elecciones?
La vacancia es una determinación política que depende del Congreso y no tiene una tipificación. Simplemente significa que el máximo órgano político, que es el Congreso, determina que la persona que ocupa la Presidencia no está a la altura del cargo. Imagínese que se determine que Dina Boluarte se reunió con Vladimir Cerrón en la playa, ¿estaría de acuerdo con la vacancia?
Seguramente cambiaría de opinión, pero, en este momento, estoy en contra.
Así es, todo va a depender de lo que ocurra, porque el Perú no puede aceptar tener un presidente que tenga un comportamiento ajeno a todo marco ético, aunque duela o cueste millones. Yo diría, entonces, que tiempo al tiempo. El tema de la vacancia es una decisión política.
Falta de transparencia
El abogado Natale Amprimo cuestiona la falta de transparencia de las ONG y la injerencia extranjera en el debate sobre su fiscalización.
“Es contradictorio que las ONG exijan transparencia, pero se nieguen a transparentar el origen de sus fondo”, expresó.
“El abogado asegura que Dina Boluarte no infringió la Constitución al no informar sobre su operación, pero critica su falta de transparencia política”, detalló Natale Amprimo.
Natale Amprimo advierte que la vacancia presidencial es una decisión política y que depende de la conducta de Dina Boluarte en los próximos meses.
Sobre la injerencia extranjera, Amprimo afirma que las embajadas no deben interferir en decisiones que competen únicamente a los peruanos.