Por Mirko Lauer
La República, 01 de Diciembre 2021
“Los discretos encuentros presidenciales de Breña también arrojan nueva sombra sobre varias decisiones cuestionadas en algunos ministerios. Un rápido cambio de gabinete probablemente ya es una tentación”.
Casi de un día para el otro Pedro Castillo ha pasado a verse envuelto en una bruma de corrupción. Las transgresiones que se le reprocha son contra la transparencia, pero también hay la sospecha de favores económicos por los bordes. El argumento de incapacidad moral vinculado a la vacancia está empezando a perfilarse.
Castillo ha entendido la gravedad de su situación, y ha salido a dar un mensaje flash a la Nación, negándolo todo y explicando muy poco. Sus deslindes con la corrupción y pedidos de investigación han sonado huecos. Nadie se ha declarado convencido por la división de sus reuniones en oficiales, en Palacio, y privadas, en Breña.
El breve mensaje de Castillo muestra una ausencia de recursos para defender su actuación. En el fondo ha sido una repetición de conceptos que viene arrastrando desde la campaña electoral, y una convicción de que su imagen rural se encargará del resto. La política de las acusaciones exige bastante más.
Para los medios más críticos del gobierno la crisis del secretario general de la Presidencia y la de Breña vienen siendo un festín. En el proceso la imagen campechana de Castillo se está despintando a toda velocidad, y no se ve cómo eso podría detenerse. Dos declaraciones sobre esto son particularmente significativas.
Una es de César Acuña: “APP será inflexible en la aplicación de la Constitución si se demuestran actos de corrupción en el gobierno”. Esto da a entender que ese partido está reconsiderando su prealianza con Castillo en curso, y que llegado el momento sus votos eventualmente podrían virar hacia la vacancia.
La otra declaración es de Guido Bellido: “Usted no puede ponerse el sombrero para sentarse en el Palacio y ponerse una gorra para hablar con empresarios”. El tono de las críticas (hubo una anterior sobre Bruno Pacheco) da algo de asidero a la versión que circula sobre un ala radical de Perú Libre que podría votar a favor de la vacancia.
Además los discretos encuentros presidenciales de Breña también arrojan nueva sombra sobre varias decisiones cuestionadas en algunos ministerios. Un rápido cambio de gabinete probablemente ya es una tentación. No está claro si realmente sería una solución para el arrinconado Castillo.