Entrevista a Martín Santiváñez Vivanco
Correo, 30 de marzo de 2021
Martín Santiváñez, rector de la Universidad San Ignacio de Loyola, hace una pausa dentro de sus recargados trajines académicos y nos permite ingresar a su entorno personal, para contarnos sobre su terrible experiencia con el coronavirus y de lo que significó en su vida.
“En esos momentos tan difíciles piensas muchas cosas, lo primero, en tu familia, las prioridades se ordenan rápidamente. Luego, hay un momento donde ves cara a cara a Dios, piensas en Dios, yo por lo menos. No puedo generalizar, pero después de la familia, el pensamiento más cercano para mí ha sido el sentir a Dios, conversar con Él.
¿Cuán importante es la fe en esos terribles momentos de la enfermedad?
Es muy importante. Creo que ante una crisis como esta pandemia, la fe y la ciencia nos salvan, van de la mano, no están divorciadas. A Dios rogando y con la ciencia dando, las dos son cosas fundamentales, la fe porque te da un sentido de trascendencia y te permite darte cuenta que aquí no acaba todo -yo lo vi muy claramente- y luego la ciencia, porque es maravilloso lo que los médicos, enfermeras, técnicos, están haciendo en los hospitales y en las clínicas, realmente son héroes.
Cuando estaba muy mal, a mí me vinieron a ver dos sacerdotes, llegaron arriesgando sus vidas, tanto como los médicos y las enfermeras, porque uno realmente no sabe hasta qué punto se puede contagiar. Yo creo principalmente que si no tienes fe en Dios, debes tener fe en la gente que te ayuda, tu familia, los médicos, enfermeros, sacerdotes, los que están a pie del cañón
Es una pregunta súper complicada y difícil de contestar porque implican decisiones personales. Pero lo que yo sí pienso, porque me ha tocado hablar con algunas personas que han tenido Covid, casi todas han tenido un acercamiento muy fuerte a la fe, en concreto al cristianismo, porque el Perú es un país cristiano, un país católico. En ese sentido, la fe ha sido una roca, un alcázar muy fuerte para todas estas personas que han salido adelante, pero eso no desmerece tampoco a la ciencia. El personal de salud se la juega todos los días.
Hablaste de prioridades, de lo que uno en situaciones límite empieza a valorar más…
Creo que lo prioritario y más importante, no solo en tiempos difíciles, es amar, querer a los demás, tener una vida de servicio. Pienso que como profesor de universidad, uno sirve a la comunidad cuando enseña cosas buenas, pero, cuánto mal puede hacer un profesor que enseña odio y destrucción. Mucho bien hace un profesor que te enseña que hay cosas buenas, justas, que hay que ser generosos, que hay que trabajar para los demás, para tu familia, para tu comunidad, por el bien común.
Estamos a puertas de elecciones presidenciales, ¿qué importante es reflexionar si nuestros políticos están realmente convencidos sobre el servicio a los demás?
Nosotros somos responsables de lo que pasa en el país y por lo que decidimos. Tenemos que cambiar, yo creo que la pandemia es un gran despertador para todos en el Perú, nos ha mostrado cuantas cosas debemos que corregir.
Esta pandemia ha desnudado nuestras carencias…
Teníamos una soberbia de primer mundo, pero luego nos tropezamos con una realidad de tercer mundo. Pero eso no significa que tenemos que bajar los brazos, al contrario, tenemos que cambiar, transformar el país. A mí me llena de ilusión pensar que le voy a dejar a mis hijos un Perú mejor de lo que yo he heredado, con un mejor sistema de salud, con una mejor democracia, con mejor sistema de partidos, medios de comunicación, universidades. No me desmoraliza lo que estamos pasando, me motiva para ser mejor y reafirmar mi compromiso, que la vida vale la pena si es para servir a los demás.
Martín Santiváñez
Doctor en Derecho. Estudió en la Universidad de Navarra (España), Abogado por la Universidad de Lima. Miembro Correspondiente por el Perú de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España.