Ya está cosechando madera
Lecciones aprendidas para plantaciones forestales en la Sierra
Mario Suito
Lima, 18 de agosto 2017
Promotora El Brujo S.A.
Para Lampadia
La silvicultura andina en el Perú data aproximadamente desde la segunda mitad del siglo XIX. Samaniego([1]), reporta que las primeras semillas de eucalipto llegaron al Valle del Mantaro en 1864 y fueron plantadas en Sapallanga y Chupaca. Las siguientes décadas se continuó plantando el eucalipto por iniciativa privada, destacando la participación de las empresas mineras, para utilizar su madera en los socavones de las minas.
Casi un siglo después el Estado inicia un fuerte impulso de las plantaciones en la Sierra peruana, experimentando y proponiendo diversos mecanismos de promoción, entre los cuales destacan por lo menos media docena de proyectos de ley de incentivos económicos y tributarios; pero que no se han concretado en una realidad, como sí ha sucedido en Chile, Brasil o Ecuador.
El apoyo del Estado y las ONG a las actividades de forestación y reforestación ha tenido y tiene un fuerte componente paternalista y, consecuentemente, un impacto muy reducido en términos de generación de empleo productivo, riqueza y/o servicios ambientales. En el Perú, la Ley Forestal vigente y las tres anteriores, actualmente derogadas, enfocan su opción de “promoción” en el otorgamiento de contratos de plantaciones forestales o reforestación; sin que el Estado tenga las tierras para otorgarlas en concesiones. En consecuencia, el paternalismo aún subsistente por parte del Estado y la distorsión de las políticas públicas de creer que las amplias superficies de tierras en las tres regionales naturales del país, están deshabitadas y sin derechos de terceros, son los principales obstáculos al desarrollo de la silvicultura en nuestro país.
Las tierras susceptibles de usarse para plantaciones forestales en la Sierra son en su gran mayoría de propiedad de comunidades campesinas, cooperativas y pequeños y medianos agricultores. No hay superficies importantes de tierras disponibles para ser otorgadas a través de contratos de concesión.
Dentro de este ir y venir de la silvicultura peruana, han discurrido casi silenciosamente unos pocos contratos de plantaciones forestales entre los dueños de la tierra e inversionistas privados. Uno de ellos, es el suscrito hace casi 23años, entre la Cooperativa Agraria Atahualpa Jerusalén de Trabajadores Ldta. (Granja Porcón), en su calidad de dueño de las tierras, ubicadas a 30 km al Noreste de la ciudad Cajamarca, a 3,200 metros de altitud sobre el nivel del mar,y Promotora El Brujo S.A. como inversionistaprivado, quienaportó el dinero para el establecimiento de las plantaciones de pinos, de las especies Pinus radiata y Pinus patula, en las jalcas o punas de Granja Porcón.
El escenario dentro del cual se tomó esta decisión fue definitivamente distinto al actual. Hace 23 años en la Sierra del Perú no se contaba con la experiencia, ni el soporte técnico, como los que actualmente disponemos; especialmente en la producción de plantones en viveros, técnicas de plantación, operaciones de raleos y podas y otras actividades propias del manejo forestal. Por tanto, la expectativa de producción fue teórica y muchísimo más alta de la que hoy, al cosechar la madera, estamos experimentando.
Esta iniciativa contó con los servicios técnicos de la Asociación Civil para la Investigación y el Desarrollo Forestal (ADEFOR), institución regional dedicada a la investigación y promoción de la reforestación en la Región Andina y particularmente en Cajamarca y, por tanto, la decisión de la inversión en reforestación se fundamentó en la experiencia inicial que había acumulado esta entidad, con las experiencias demostradas con los trabajos impulsados por Sociedad Paramonga Ltda. y otros promotores; donde Granja Porcón tenía un protagonismo muy importante en la ejecución de plantaciones en sus tierras, demostrando seriedad y organización en los trabajos desarrollados.
El Contrato suscrito establece una serie de obligaciones y beneficios para cada una de las Partes, siendo los más relevantes los siguientes:
Las plantaciones se establecieron en diez sectores de las tierras de Granja Porcón, comprendiendo el 70.5% con Pinus radiata y 29.5% con Pinus patula, de los cuales en el transcurso de los años se experimentó una mortandad del 12%.
La mayoría de los bosques plantados fueron raleados en los años 2006 y 2007, estimándose una producción entre 250 a 300 toneladas de madera, que se comenzó a extraer en agosto del 2015 y se estima concluir en diciembre del 2017.
Problemas presentados o lecciones aprendidas
- Vacíos contractuales importantes para asegurar el manejo técnico de la plantación en el contrato suscrito hace 23 años; como es el compromiso mínimo de un plan de inversiones, que además del establecimiento de las plantas en el terreno definitivo, aseguren el seguimiento y cuidado de la plantación, así como las operaciones de reposición, raleo, podas y otras acciones de manejo forestal.
- Ausencia de la implementación de un plan de control de crecimiento, la obligación de efectuar raleos y podas para tener madera en mayor volumen y mejor calidad, diseño de caminos indispensables para el desbosque.
- Falta de claridad en el financiamiento de la construcción y mantenimiento de los caminos forestales para la extracción y el desbosque de la madera.
Experiencias exitosas.
- Se generó una coexistencia armoniosa, basado en el respeto mutuo y el proceder transparente, para que el proyecto se mantuviera vigente durante 23 años; como lo menciona Agronoticias al referirse a Granja Porcón([2]).
- Se logró crear un bosque cultivado que ha permitido la producción de madera y otros productos no maderables; así como la contribución de servicios ambientales, que han morigerado los ecosistemas de las jalcas de Granja Porcón y ha permitido la recarga de los acuíferos, habiendo participado ambas partes desde el establecimiento de las plantas en el terreno (en el año 1994), aplicando técnicas de raleos y podas, para finalmente efectuar la cosecha entre el 2015 y 2017.
- Distribución de los beneficios de las plantaciones en las proporciones acordadasentre Granja Porcón y Promotora El Brujo; destinándose el producto para madera aserrada, parihuelas, postes y tableros, dejando un margen aceptable de ganancia.
- Creación e implementación de un modelo de promoción de plantaciones forestales, basado en un Contrato entre el dueño de la tierra y un inversionista privado para crear bosques plantados, cuya vivencia empresarial ha permitido conocer los puntos de mayor importancia que necesariamente debería contener un contrato de esta naturaleza, que no ha requerido la intervención ni subsidio del Estado. Esta constituye un ejemplo que el Estado debiera estudiar para implementar las medidas de promoción de plantaciones forestales y una mínima intervención para asegurar la seguridad jurídica de los contratantes.
[1] SAMANIEGO, A. (2009). http://eco-andino.blogspot.pe/. Revista de Cultura Eco Andino. “Sintética del Eucalipto en el Valle del Mantaro” (Blog). Disponible en http://eco-andino.blogspot.pe/2009/09/historia-sintetica-del-eucalipto-en-el.html. (consultado el 17 de agosto de 2017).
[2] Revista AgronoticiasNº 359. Octubre, 2010. Lima, Perú: La Cooperativa Agraria “Atahualpa Jerusalén” de Trabajadores Ltda., más conocida como “Granja Porcón” y ubicada en Cajamarca (distrito, provincia y departamento), a 3,200 metros de altitud sobre el nivel del mar, la convierten en un paradigma nacional en agricultura, ganadería, forestación, piscicultura, apicultura, agroindustria, artesanía, gastronomía y turismo.