Por: Mariella Balbi
Expreso, 27 de abril del 2024
Quisiera escribir sobre la necesidad de investigar la actuación del fiscal José Pérez y del exjefe DIVIAC (hoy suspendido por faltoso), que llevó al suicidio de Alan García Pérez, o sobre el hecho de que dos sacha (falsos) colaboradores como Miguel Atala y Luis Nava aún no entreguen una sola prueba contra Alan García. No puedo. Inmediatamente –cual vistosa escena cinematográfica– aparecen en acción el Equipo Especial contra la Corrupción del Poder (Eficcop) –un rimbombante nombre–, junto con la DIVIAC, la policía política, (Dirección de Investigación de Delitos de Alta Complejidad), otra denominación pomposa, y nos ponen de vuelta y media.
Vivimos ametrallados diariamente por la extorsión, el asesinato, granadas amenazantes en colegios y el compulsivo robo de celulares. También por la corrupción del Congreso y por lo que le ocurre a la actriz estelar en este reparto, Patricia Benavides, exfiscal de la Nación, supuesta jefa de una organización criminal. Días atrás el Eficcop, liderado por Marita Barreto, una ‘starlet’ que no quiere perder protagonismo, realizó allanamientos y detenciones de siete personas vinculadas a Benavides por una compra millonaria de computadoras que no se realizó. Todo en base a las declaraciones de Jaime Villanueva, ex asesor de Benavides. Una suerte de oráculo de Delfos que, cuando le conviene a la contaminada Fiscalía, a Barreto y Colchado, va. Lo que no gusta al abusivo Eficcop, es convenientemente silenciado.
Este reciente episodio incluye el allanamiento al domicilio del periodista Juan Carlos Tafur por una estupidez: haber criticado el viaje de la más, más Barreto, a Punta Cana para tomar declaraciones al ‘angelito’ Sada Goray. Por cierto, no escuchamos nada de este megacaso de corrupción del gobierno de Castillo. ¿Por qué será?
Los antecedentes de este ‘golpe’ de Eficcop son la suspensión del taimado policía de DIVIAC, Harvey Colchado y la ansiada estocada final a Patricia Benavides de parte de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) para destituirla. Luego Barreto&Company la harán chichirimico. El método es conocido. A los siete detenidos los ajustarán para que digan lo que quiere Eficcop y poder seguir a velocidad de crucero. Si no, a la reja. Afortunadamente el TC ha confirmado la destitución de dos integrantes de la JNJ. Habrá un suspenso.
Otro propósito de este ‘Choliwood’ fiscal es tumbarse a Dina Boluarte. El tema relojero ya la hundió. Ahora está investigada por corrupción por su actuación como ministra del MIDIS. También está el asuntillo de haber sido cajera de Vladimir Cerrón, el inencontrable. Insistiremos que detrás de esto, entre otros –caviares, Odebrecht, etc.– figura el Lagarto Vizcarra, agazapado judicial y mediáticamente. Se esfumó.
Si lo logran pronto, porque hartazgo ciudadano hay, tendremos seis presidentes en seis años. Pero el Congreso tiene su juego y podría adelantar para el 2025 las próximas elecciones. Sin un JNE decente y con partidos como el de Antauro Humala, seguiremos hundiéndonos. La Fiscalía es un espacio mafioso. El Fiscal de la Nación, Juan Villena, pasó a la condición de fantoche.
Quien publica comunicado tras comunicado institucional es la fiscal Marita Barreto. Está empachada de poder. Mete a la ‘cana’ a Kiko y a Caco, amparada por jueces que creen que es una paladina de la justicia, o están presionados, o forman parte de esta temible red. Esa organización, no Boluarte, nos gobierna. Le guste o no.