Siempre nos han dicho que las pymes son el motor de nuestro crecimiento económico, porque emplean a una gran parte de la población. Sin embargo, los países de la Alianza del Pacífico han descubierto que son las empresas nuevas de base tecnológica –start-up– y no las pequeñas, las que ejercen de verdad impacto en el empleo.
Son las start-up, más que las empresas ya establecidas que permanecen pequeñas, el vehículo natural para la introducción en el mercado de ideas innovadoras y de alta productividad. Pero nada es fácil en una start-up, pues sus emprendedores ‘startuperos’ pueden tener excelentes ideas, pero quizá carezcan de la gestión y financiamiento para desarrollar una organización viable que involucre a quienes puedan hacerlo.
Por eso, haber logrado que nuestras start-up hayan estado presentes en el Foro de Innovación de la Alianza del Pacífico LAB4+, por segunda vez, es un logro del que tenemos que alegrarnos, porque estamos mostrando al resto de ‘Pumas del Pacífico’ que en el Perú hemos empezado el camino –poco asfaltado– de sembrar tecnología vía innovación compartida.