Por: Madeleine Osterling
Expreso, 11 de mayo del 2022
El Perú se ha convertido en un país caótico, sin ninguna predictibilidad ni seguridad jurídica, donde la mentira y la coima se encuentran absolutamente normalizadas, donde universidades con todas las “certificaciones y pergaminos” son unas simples fábricas de dinero y plagiadores, donde quienes capturaron el Estado han cruzado todos los límites de la ética y la decencia, porque los desconocen, porque lo han hecho siempre, porque no tienen ningún sentido de vergüenza. Estamos gobernados por personajes que son mercancía averiada y que nunca debieron llegar al poder.
Vivimos una sinrazón: la democracia nos ha dotado de las herramientas para cautelarla, pero al final sirve de poco si las personas obligadas a asumir esa responsabilidad, los congresistas, se escabullen por la tangente, a cambio de centavos. Luego de más de 9 meses de gobierno si de algo podemos tener certeza es de la incapacidad moral permanente de Castillo. Es imperativo que se presente una nueva moción de vacancia porque no va a renunciar. No solo carece de dignidad, sino que iría derechito a la cárcel y por muchísimos años. ¿Qué es verdad en la vida y trayectoria de Castillo? Quizas solo aquello que hemos podido comprobar con nuestros ojos, gracias a valientes investigaciones periodísticas. El filósofo Alexander Pope sostenía que “el que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de la primera”. Castillo debe tener miles en su haber.
Aníbal Torres no tiene filtro, pareciera el bufón del gobierno, gran fuente de cortinas de humo con sus absurdos y despropósitos, pero el tema de la creación de rondas campesinas en el departamento de Lima es delicado y preocupante. No se trata de un tiro al aire, tienen la firme idea de implementarlo con el apoyo de los muchísimos cubanos que han ingresado al país. El embajador Zamora es caserito en la PCM y Vladimir Cerrón, obsesionado con el poder infinito por las buenas o las malas, está más vigente que nunca.
En rigor y bajo la excusa que la PNP no se da abasto para combatir la inseguridad ciudadana, se está permitiendo la creación de milicias civiles. En Venezuela constituyen los ojos y las manos del régimen comunista, forman parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana entrenada en Cuba y, por ley, le responden directamente a Maduro. Gente adoctrinada que confunde la defensa de la patria con el blindaje del régimen comunista. Esta milicia, creada como una fuerza complementaria hace más de 15 años, hoy está conformada por más de 4 millones de venezolanos incondicionales al régimen chavista, cómplices de la degradación de su país y sus compatriotas.
Las milicias nacionales revolucionarias en Cuba son de muy larga data y han sido una herramienta importantísima para la longevidad de la terrible dictadura castrista. Los llamados soldados del pueblo, civiles armados que se creyeron el cuento de la revolución y que, a pesar de sus carencias y miseria, se han convertido en los guardianes de la tiranía.
No podemos distraernos. La prensa es medular para hacer una campaña de denuncia y alertar a la ciudadanía. Bajo ningún concepto se puede permitir la implementación de este modelo de fuerzas paralelas destinadas a perpetuar a esta gentuza en el poder y a consumar absolutamente el comunismo en el Perú.
No perdamos el norte, lo primero es lo primero. La única forma de reencauzar los destinos del país es que se vayan todos. Las fórmulas intermedias no funcionan. Estamos advertidos.