Luis F. Popa. Analista internacional, profesor de la PUCP. Ex- diplomático cubano.
Marzo del latín Martius, el primer mes del calendario romano, dedicado al Dios Mars, el dios de la guerra. Tal parece que el dios Mars lo ha designado así para Cuba, mes de guerra, guerra desde hace más de 60 años. Veamos, primero el 10 de marzo de 1952, día que se inicia la “desgracia cubana” con el golpe de Estado del general Fulgencio Batista, y a partir de ahí los hechos violentos llevaron a las consecuencias que aun vive el pueblo cubano hasta la fecha. Segundo, el 13 de marzo de 1957, los estudiantes universitarios cubanos liderados por José Antonio Echevarría, joven católico, presidente de la Federación de Estudiantes Universitario (FEU) asaltaron Palacio de Gobierno para ajusticiar al dictador Batista. Fue una inmolación de los jóvenes cubanos. Tercero, el 4 de marzo de 1960, la explosión del barco francés La Coubre en el puerto de la bahía habanera. Dicho buque traía armamentos y municiones de Francia y Bélgica, dado la negativa norteamericana de vender armas a las nuevas autoridades cubanas. Se especula que fue la primera acción de la CIA, aunque nunca se ha podido demostrar hasta la fecha. Pero también se dice que debido a una orden, del entonces ministro de las Fuerzas Armadas y comandante guerrillero Raúl Castro, de desembarcar directamente el cargamento en el puerto y no en altamar con barcazas como recomendaban los expertos. Al parecer la mala manipulación de la carga produjo la explosión que causo decenas de muertos y heridos. Ese día Fidel Castro lanzó por vez primera su consigna de “Patria o Muerte”, sentenciando la violencia revolucionaria para esa isla de guaracha, son y gente alegre.
Pero como nada es eterno, este marzo del 2016 aguarda para Cuba otras fechas para recordar de manera más agradable. Primero, un encuentro de base-ball entre la selección cubana frente a los Tampa Bay Rays, equipo de las Grandes Ligas, perteneciente a la Liga Americana (hay otra liga, la Nacional) de la costa este, alegrando a los cubanos en su deporte nacional. Segundo, la visita por dos días del presidente Barack Obama a La Habana; algo insólito para dos enemigos acérrimos que casi llevan al mundo a una guerra nuclear. A pesar que Cuba fue vista por los norteamericanos como un estado más desde 1898 hasta el triunfo revolucionario de 1959, solamente un presidente norteamericano visitó Cuba el 17 de enero de 1928, el presidente Coolidge. Para los presidentes Roosevelt, Truman y Eisenhower fue la isla del azúcar, el ron, los prostíbulos, los casinos y los exuberantes playas y mulatas; su enclave en la mayor isla del Caribe, la dócil Cuba que resistió por 30 años la Enmienda Platt, que daba la potestad de Estados Unidos de intervenir en los asuntos cubanos. ¿La visita de Obama traerá mejoras políticas y económicas? Creemos que no, pues el problema cubano pasa por el modelo político-económico y los que tienen el poder, los Castro y el entorno gubernamental. Por eso al Papa Francisco le correspondería ahora, después de su éxito en las relaciones bilaterales EEUU-Cuba, buscar la conciliación interna de los cubanos, él como promotor del dialogo frente al diferendo y el conflicto.
Tercer elemento de este marzo cubano, la llegada y actuación de la mítica banda británica los Rolling Stones. Todo un suceso, en especial para esa generación que sufrió la incomprensión y represión del gobierno castrista en los años 60. Era delito tener un disco o grabación de los Beatles, Rolling Stones u otros grupos de rock. Era considerado propaganda imperialista y diversionismo ideológico. ¿Qué está sucediendo que los comisarios comunistas de los 60, hoy envejecidos, no dicen nada con la llegada de los Stones? Quizás están reblandecidos por los criterios de sus hijos y nietos, o porque los tiempos estalinianos han caído en una tumba sin nombre, por el desprecio de sus víctimas. Por una cosa o por otra los cubanos podrán gritar libremente en la Ciudad Deportiva: “Like a Rolling Stone”.
Y finalmente, la llegada por vez primera a Latinoamérica de un desfile de la alta costura de Coco Chanel para desarrollar en Cuba, una novedad. Cuba está de moda. Pero el pueblo sigue sufriendo, porque el verdadero embargo o bloqueo viene del gobierno cubano. Lampadia