Por: Leonie Roca, Presidenta de AFIN
Gestión, 25 de mayo de 2020
¿Qué se necesita? Acciones y decisiones inmediatas por parte de todos los sectores del Gobierno y que ejerza el liderazgo.
Han pasado varias décadas desde que la frase “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro” fuera atribuida al investigador Antonio Raimondi. Algunos sostienen que la expresión surge en realidad del imaginario popular, pero donde hay consenso es en su interpretación: las numerosas oportunidades perdidas en nuestro país para alcanzar el éxito económico y social.
Hoy esta frase cae como anillo al dedo, sobre todo en este difícil contexto de pandemia, si se aprecia la gestión de diversos sectores del Gobierno frente a la urgente necesidad de decidir sobre los contratos de concesión de infraestructura de servicios públicos para la reactivación económica.
El sector privado se encuentra expectante ante las decisiones aún no asumidas, respecto a los miles de millones de inversión comprometidos en contratos vigentes que se pueden traducir en importantes servicios que el país necesita en estos momentos.
Todo lo contrario. La situación se agrava cada día en diversos sectores. Algunos casos: los aeropuertos registran una disminución del 99% en sus ingresos, pero se les exige un 100% de cumplimiento de sus obligaciones. Han solicitado una suspensión de fuerza mayor y la respuesta fue que se les otorgará luego de la emergencia sanitaria, cuando, obviamente, será tarde.
En el sector salud, donde se ponen todas las miradas ante la emergencia sanitaria, hay cinco iniciativas privadas cofinanciadas esperando desde el 2014 en ProInversión, precisamente para tener esos hospitales que hoy tanto necesitamos. Aprovechemos las experiencias exitosas de las APP en hospitales y en logística, como el caso de los complejos hospitalarios Barton y Kaelin de Essalud, el Instituto Nacional de Salud (INS) del Minsa y el programa Farmacia Vecina de Essalud, que permite enviar las recetas hasta las farmacias cercanas de los pacientes crónicos, y en casos especiales hasta sus domicilios, en Lima y Callao, evitando que tengan que ir hasta sus centros asistenciales. ‘Por qué no se replican=
La ley inconstitucional para el no cobro de peaje se ha convertido en la materia prima para que hoy las inversiones futuras en carreteras estén en riesgo. Las entidades financieras han suspendido los financiamientos, paralizando proyectos ante la falta de seguridad de que las empresas concesionarias puedan cumplir con el cronograma de pagos al no poder cobrar peajes. A esto se suma la posibilidad de no poder mantener y operar las carreteras concesionadas y el riesgo para más de 6,000 familias de perder su única fuente de ingreso.
En el servicio de agua potable es inconcebible que exista una planta desalinizadora en Santa María del Mar, que transforma agua de mar enagua potable y lista para operar para atender a 100,000 ciudadanos de los distritos de Punta Hermosa, que no ha sido formalmente recibida por Sedapal por temas burocráticos. Justo cuando necesitamos de agua potable para hacer frente al covid-19.
En el caso del sector hidrocarburos se exigen stocks mínimos, pero los productores e importadores están con sobrestocks de crudo ante la menor demanda y no tienen donde almacenar, provocando que las refinería esté produciendo a niveles mínimos con alta ineficiencia operativa. Se necesita actualizar la regulación de manera urgente para permitir stocks globales.
El servicio de El Metropolitano no puede garantizar su operación sino se le aseguran los fondos que contractualmente existen para este tipo de coyunturas. Además, se ha reducido la capacidad del %0% de su flota con lo cual la oferta podría ser insuficiente con la apertura gradual de actividades. Tampoco se ha coordinado con los concesionarios sobre los nuevos protocolos de seguridad en transporte, que implican otros costos, ni se están adoptando medidas para diferenciar las horas pico de los pasajeros y evitar aglomeraciones.
En telecomunicaciones, un sector que se ha vuelto clave durante esta pandemia para asegurar el soporte de la educación a distancia y el teletrabajo, se ha generado un problema en la cadena de pagos por una disposición que promovió la morosidad, que llega a un 60%. ¡El propio Estado viene acumulando deudas!
Similar situación está sucediendo en el sector electricidad, en el cual la morosidad que se ha generado también por la disposición de no cortar el servicio por falta de pago, poniendo también en riesgo la cadena de pagos, sin respuesta alguna hasta el momento.
¿Qué se necesita? Acciones y decisiones inmediatas por parte de los sectores y ejercer el liderazgo que se necesita, como se ha hecho en todos los países vecinos. Cambiemos la historia y aprovechemos las oportunidades.