Por: Juan Fernando Correa
Perú21, 7 de octubre del 2023
“La gran pregunta que nos tenemos que hacer los ciudadanos es si vamos a dejar que perdamos el rumbo del progreso y caigamos en un fracaso total, o si estamos dispuestos a actuar civilizadamente para recuperar el crecimiento y retomar el camino al desarrollo”.
Las proyecciones publicadas en las últimas semanas apuntan a que este año tendremos un crecimiento de la economía por debajo de 1%. Este es el resultado de muchos factores, pero probablemente uno de los más importantes es la caída de la inversión privada, producto de la enorme incertidumbre generada por la alta inestabilidad política de los últimos tres años. La consecuencia es menos empleo, más pobreza y, por lo tanto, más incertidumbre y más inestabilidad política. Podemos caer en un círculo vicioso de destrucción del país.
Esa sensación de abandono de la mayoría de los peruanos es el resultado de un Estado fallido que no es capaz de entregar servicios básicos, como salud, educación o seguridad ciudadana, a pesar de contar con recursos para hacerlo. Un Estado que, además, no es capaz de ejecutar los grandes proyectos para mejorar el país y que tampoco facilita que las personas y las empresas de todo tamaño progresen.
La situación en que vivimos es tan pesimista que hoy 60% de los jóvenes se quieren ir a vivir a otro país, de acuerdo con un estudio del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Algo parecido solo se ha visto en Venezuela.
La gran pregunta que nos tenemos que hacer los ciudadanos es si vamos a dejar que perdamos el rumbo del progreso y caigamos en un fracaso total, o si estamos dispuestos a actuar civilizadamente para recuperar el crecimiento y retomar el camino al desarrollo.
Tenemos un país maravilloso con enormes posibilidades y recursos para salir adelante. Debemos levantar la mirada y apuntar a recuperar la convicción de que juntos, la ciudadanía, el Estado y el sector privado, podemos llevar a nuestro país al desarrollo. Necesitamos volver a creer, para volver a crecer.