Por: Juan Fernando Correa Malachowski, Presidente de ComexPerú
Gestión, 5 de octubre de 2020
Nuestro país atraviesa una terrible crisis sanitaria y una de las peores crisis económicas de los últimos 100 años. A ello se suman momentos políticos complejos que solo generan más incertidumbre.
La situación es muy difícil. Se proyecta una caída del 12.7% del PBI, un aumento de 10 puntos en los niveles de pobreza, y se han perdido cientos de miles de puestos de trabajo. Esto demanda un nuevo conjunto de medidas para recuperar la actividad económica y el empleo. En particular, facilitar la contratación debe ser una prioridad nacional en este momento.
Sin embargo, no debemos quedarnos solo en las medidas de corto plazo. Debemos retomar los temas verdaderamente importantes para el desarrollo sostenible del país: impulsar la agenda de competitividad y productividad. Solo así, lograremos recuperar el crecimiento, generar empleos y brindar nuevas oportunidades para la población en el corto y largo plazo.
Para ello, es necesario que el Gobierno retome el dinamismo del Consejo Nacional de Competitividad y Formalización y darle así un impulso a la ejecución del Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP). La ruta es clara, aplicar el PNCP, el cual es un producto consensuado entre el sector público y privado. Debemos priorizar hitos y metas acordes con su viabilidad e importancia de cara al reto de la reactivación económica.
El impulso a la infraestructura económica y social, enmarcadas en el Plan Nacional de Infraestructura deben ser priorizadas. Abordar las brechas en la provisión de servicios básicos, de salud y educación y optimizar la calidad de los servicios públicos, poniendo las necesidades de los ciudadanos al centro de las decisiones. Esta tarea es impostergable, y la pandemia solo ha evidenciado que el Estado tiene una deuda pendiente con la población. Además, las inversiones en conectividad (carreteras, puertos, aeropuertos) que tienen un rol dinamizador en las economías regionales y promueven la inclusión acercando los centros de producción a los mercados. El camino: reducción de barreras, mecanismos más ágiles y simplificación de procesos ya contenidos en el Plan y cuya ejecución se debe acelerar.
Asimismo, para potenciar el aprovechamiento de las oportunidades del libre comercio, debemos avanzar en la competitividad logística a través de la agilización de procesos y la creación del hub logístico Callao. El pilar de comercio exterior del Plan incluye el fortalecimiento de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), el antepuerto, truck center y el desarrollo de plataformas logísticas que permitirán generar eficiencias y reducir sobrecostos. También, debemos avanzar en la mejora del clima de negocios a nivel regional y local buscando la estandarización y simplificación administrativa.
En suma, para salir de esta crisis, retomemos la agenda de competitividad y productividad. Debemos levantar la mirada, dejar de enfocarnos sol en el corto plazo y reconstruir un país más competitivo, con más oportunidades y mejores servicios públicos. El sector privado está listo para continuar impulsando el crecimiento y desarrollo del país en beneficio de todos los ciudadanos.