Por: Juan Fernando Correa
Perú21, 18 de Febrero del 2023
“En los últimos 30 años la izquierda nos metió como ranas en una olla mientras calentaba el agua poco a poco, y no nos dimos cuenta del trabajo cultural que venían haciendo para destruir la democracia liberal en Perú”.
A fines de los años 40 se publicaron los textos que Antonio Gramsci escribió en la cárcel entre los años 1929 y 1935. Filósofo y político, Gramsci, fue uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano y sus ideas han penetrado profundamente en el pensamiento comunista en América Latina.
La esencia de su pensamiento es que el poder de las clases dominantes está dado, fundamentalmente, por la “hegemonía cultural” que logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación.
Para implantar el comunismo, Gramsci sostiene que es necesario cambiar la hegemonía cultural desde las bases de la sociedad, empezando por la educación, resaltando las diferencias sociales para crear resentimiento y así hacer que la gente rompa con las “ideas hegemónicas de los poderosos”. Primero se toma la superestructura de normas culturales de la sociedad para luego tomar la estructura económica, logrando así el Estado comunista. ¿Suena familiar? Es tal cual está pasando en el Perú. En los últimos 30 años la izquierda nos metió como ranas en una olla mientras calentaba el agua poco a poco, y no nos dimos cuenta del trabajo cultural que venían haciendo para destruir la democracia liberal en Perú.
Nos distrajimos creando empleo, trayendo modernidad, generando riqueza, pagando impuestos, brindando educación y desarrollando talentos. Millones de peruanos salieron de la pobreza, pero el Estado no cerró las brechas que quedaron abiertas. No puede seguir la distracción. Todos tenemos que reconocer y enfrentar esta guerra cultural para salvar al país.