Por: Juan Fernando Correa
Perú21, 17 de Junio del 2023
“Una vez más queda demostrado que el control de precios es puro populismo que perjudica a las personas más necesitadas”.
Las empresas de alquiler de autos exigen que los clientes tengan una edad mínima (21 o 25 años) para alquilarles un auto. No es difícil entender por qué lo hacen. La poca experiencia y el manejo más impulsivo de los jóvenes genera más accidentes de tránsito y eso afecta a la empresa y a la compañía de seguros que cubre los riesgos. Esas empresas conocen bien el riesgo que significa ese alquiler y solo lo aceptarían a un precio mucho mayor.
Para una institución financiera, otorgar un préstamo, se parece a alquilar un auto; “alquila” el dinero por un tiempo, cobra por su uso y espera que se lo devuelvan “sin golpes ni rayaduras”. Pero en este mundo también existen accidentes: personas o empresas que no devuelven los préstamos por distintas razones.
La gran diferencia entre estos dos tipos de “alquileres”, es que los de dinero no están cubiertos por seguros, con excepción de fallecimiento y en algunos casos por garantías. Por lo tanto, el riesgo lo asume el que presta la plata y el costo de “alquilar” dinero resulta mucho mayor cuando el cliente representa un riesgo alto, como los jóvenes lo son para los autos.
En 2020, se pasó una ley que pone tope a la tasa de interés que pueden cobrar los bancos. Parece bonito, pero no lo es. La consecuencia la ha estudiado el IPE. Al poner un límite los bancos dejan de prestarle a los clientes de mayor riesgo. Se estima que por lo menos cien mil clientes mypes y personas han terminado en el mundo de los préstamos informales, y más de la mitad están pagando tasas de interés entre 500% y 10,000% anual.
Una vez más queda demostrado que el control de precios es puro populismo que perjudica a las personas más necesitadas.