Por: Juan Fernando Correa
Perú21, 16 de marzo del 2024
“Para todos, ya es normal ver noticias que nos hablan de corrupción, de falta de probidad, de jueces y fiscales politizados y de delincuentes que la Policía detiene y los jueces dejan libres rápidamente”.
Todos conocemos a través del cine, la televisión o los comics a la Liga de la Justicia, compuesta por superhéroes que luchaban contra la injusticia. Asimismo, todos conocemos, y así lo ha ratificado una encuesta publicada esta semana, que en nuestro país tenemos una Liga Criolla, pero que, a diferencia de la anterior, la podemos llamar la Liga de la INJUSTICIA.
La estadística no miente, 85% de los peruanos desconfía de la justicia y el 73% de la Fiscalía. Pero si bien este dato es vergonzoso, mucho peor es que dicha desconfianza sea producto de considerar a jueces y fiscales como corruptos.
Lo cierto y concreto es que si los peruanos no logramos consolidar la justicia y la libertad, el único resultado será el fracaso.
Para todos, ya es normal ver noticias que nos hablan de corrupción, de falta de probidad, de jueces y fiscales politizados y de delincuentes que la Policía detiene y los jueces dejan libres rápidamente.
El problema es aún mayor si consideramos que cuando los jueces y fiscales no imparten justicia como se debe, lo único que hacen es condenar a la sociedad y condenar a los buenos peruanos, que somos la inmensa mayoría, a un país sin justicia. La encuesta de Datum lo demuestra: el 86% de los peruanos teme enfrentar a la justicia por delitos que no han cometido, justamente, por considerarla injusta.
Hace muchos años que escuchamos que esto debe cambiar y solo queda en anuncios. La política busca controlar a la justicia con la finalidad de que los jueces y fiscales persigan a unos y protejan a otros, y no lo podemos permitir. Tampoco podemos permitir que organizaciones ajenas a la justicia, como las ONG, controlen a la justicia. Mucho menos podemos permitir que jueces y fiscales bajo sospecha de corrupción u otro ilícito se mantengan en sus cargos.
La Liga de la Injusticia debe desaparecer o los ciudadanos tarde o temprano harán justicia con sus propias manos.