Por: Juan Fernando Correa
Perú21, 21 de octubre del 2023
“Las condiciones macroeconómicas siguen siendo muy sólidas, pero sin una pronta recuperación del crecimiento solo pasaremos a tener más pobreza, más inestabilidad y más desconfianza”.
La inestabilidad que estamos viviendo genera un alto grado de desconfianza que impide avanzar para recuperar la inversión privada, el crecimiento económico y el progreso social. Las condiciones macroeconómicas siguen siendo muy sólidas, pero sin una pronta recuperación del crecimiento solo pasaremos a tener más pobreza, más inestabilidad y más desconfianza.
Esta realidad nos genera a muchos una alta preocupación. Por un lado, en el mundo formal vemos a nuestro país detenido, con un Estado que no funciona y que pone continuos obstáculos para recuperar la inversión y la actividad económica.
Por otro lado, la mayoría de los peruanos vive una realidad distinta; una realidad en donde se percibe un abandono profundo y en donde cada uno se agencia por sí solo; en donde el Estado pone mil obstáculos y no otorga ningún servicio de valor y en donde el hambre cada vez afecta a más personas. Esta es la realidad “real” de nuestro país, que todos debemos conocer y entender profundamente.
El sector privado no puede reemplazar al Estado, pero hacemos muchas cosas para apoyar al país, empezando porque pagamos nuestros impuestos y apoyamos muchísimas causas para reducir brechas y mejorar condiciones de vida.
Sin embargo, eso no es suficiente para cambiar nuestro destino. Necesitamos unir esfuerzos de todo el sector privado. Acercar a todos los gremios e instituciones para apuntar a tener un trabajo conjunto en busca de sacar a nuestro país del atollo en el que estamos.
No basta con que cada empresa o gremio haga su parte. Tenemos que unirnos todos, dejar de lado nuestras diferencias y actuar en conjunto y coordinadamente para cambiar la realidad “real” de la mayoría de los peruanos.