Por: Juan Carlos Odar
El Comercio, 30 de julio de 2018
Si quien lee estas líneas es mayor de 40 años, muy probablemente recuerda aquel mensaje del entonces ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller, que terminó con la imploración “que Dios nos ayude”. Solo en ese mes (agosto de 1990), la inflación fue de casi 400%, lo que quiere decir que entre el 31 de julio y 31 de agosto los precios en promedio se cuadruplicaron. Asimismo, en 365 días los precios subieron 12.377%, es decir que se multiplicaron por casi 125 en ese lapso.
El segundo mes con mayor inflación de nuestra historia republicana fue setiembre de 1988. En ese mes, la inflación fue 114%, y la acumulada de los últimos doce meses fue 817%. Esta ocasión tal vez no la recuerde, pero fue el momento de implementación del llamado Plan Cero, con Abel Salinas como ministro.
Tomemos la inflación mensual de 114% –lo que quiere decir que los precios más que se duplican mes a mes– e imaginemos algún país en el que esta tasa se repite mes a mes a lo largo de un año. Como en la historia que se atribuye al inventor del ajedrez, el salto a primera vista no se percibe tan grande; sin embargo, al cabo de doce meses los precios se habrán multiplicado por casi 10.000, una inflación cercana al 1’000.000%. Según las proyecciones más recientes del FMI, esa será la inflación de Venezuela en el 2018, lo que significa que a lo largo de este año su inflación promedio mensual habrá sido superior a 114%.