Entrevista a José Luis Orihuela
Por Carlos Viguria Chávez
Perú21, 15 de Abril de 2017
Nos encontramos en una época en donde la información llega a nosotros en tiempo real gracias a la expansión del Internet y el uso masivo de smartphones, desde los cuales, hoy también podemos publicar y difundir información de una manera no imaginada hace 20 años. Pese a estos avances, el especialista español en medios digitales, José Luis Orihuela, considera que estamos en un estado primario, aun arañando la superficie de la gran promesa de lo que será vivir en una sociedad hiperconectada.
¿Cuál es el estado actual de la transformación digital?
Atravesamos la tercera fase de la relación entre medios, ciudadanos y tecnología, y tiene que ver con pasar de la experiencia de Internet como un espacio para consultar información y como entorno social. Esta tercera fase es cómo la red se extiende al resto del universo. No solo se conectan computadoras, documentos o personas, sino se prolonga al “Internet de las cosas”.
¿En qué consiste el Internet de las cosas?
Significa que la información, medios y comunicadores pasan de la idea de las dos dimensiones de la pantalla como interfaz, a relacionarnos con la tecnología, con la información y otros usuarios en un entorno tridimensional. Lo que al comienzo se llamaba la “realidad virtual”. Un mundo hiperconectado que se superpone al mundo físico.
¿Cuál es el comportamiento de los medios latinoamericanos en esa transformación?
Tenemos, como en casi todos los países de la región y también España, medios creados antes de Internet que están buscando su lenguaje, su audiencia y sus códigos narrativos para funcionar en este nuevo entorno. Por otro lado, existen otros medios nativos digitales que no tienen la mochila logística, ni cultural, ni tecnológica para convertirse en algo distinto. Han nacido digitales y tienen agilidad y capacidad para cambiar mucho más rápido que los medios tradicionales. Me parece que este escenario, en el que conviven medios viejos y nuevos, es común en América Latina, EE.UU. y Europa.
¿Cómo ha cambiado a los periodistas la transformación digital?
Internet ha convertido el espacio de los medios (periódico, radio y televisión) en una realidad transversal para todos. De esta manera, un primer impacto es que los profesionales se dejan de definir en función de la tecnología que permite la difusión de contenido, y, en la actualidad, tenemos que hacerlo en función de otras cosas.
¿Como cuáles?
Creo que es relevante en esta época la especialización en temas. Antes no tenías que saber de un tema sino conocer el lenguaje de la plataforma (prensa, radio o TV). Ahora como es transversal y los lenguajes múltiples, lo exigible para un comunicador es que busque crearse un espacio en el panorama actual y que sepa mucho de algo. Que sea especialista de ese algo y sea capaz de contar aquella realidad que conoce en profundidad en cualquier lenguaje y plataforma disponible.
¿Cómo deben actuar los medios ante la competencia de buscar ser los primeros en publicar una nota y ante el riesgo de incluir datos inexactos o falsos?
Los medios deben evitar la trampa del tiempo real porque precisamente lo que ha definido al periodismo es la frecuencia regular de aparición de noticias. Hoy se obliga a responder a todo a tiempo real y eso no es posible. Y otro es evitar ser convertidos en rehenes de los diseñadores de memes. Quedaríamos atrapados en dos lógicas que no nos interesan: el tiempo real y la parte superficial de la información.
¿Qué deben hacer los medios para escapar de esa lógica?
Se deben cambiar los modelos de negocio. Mientras que ese modelo se trate sobre el número de páginas vistas, es muy difícil que un medio de comunicación decida renunciar a la parte más superficial de la información y no se oriente a la parte profunda, analítica.
¿Cómo deben afrontarse las noticias falsas difundidas por redes sociales?
Estas son noticias amplificadas masivamente. Pero siempre han existido mentiras. Han sido parte de guerras, de la política, del marketing. La novedad es que las hemos bautizado como fake news. La post verdad. Y estas son hoy amplificadas gracias a este sistema del mundo hiperconectado. El agravante es que los medios le dedican un espacio porque son divertidas y todos están hablando de ellas. Y en la medida que se comparten, retroalimentamos el algoritmo que permite que salgan destacadas en muros de Facebook. Esto causa que se altere la realidad y la opinión pública, todo eso conduce al desastre. Afecta la calidad de la sociedad, la educación y la democracia.
Pero que el lector las crea es también un reflejo de que la sociedad no confía en los medios, ¿cómo recuperar esa confianza?
Más y mejor periodismo. La gran crítica después de la elección de Trump ha sido calificada por el periodismo como el “Anti Watergate”. Los ataques contra los medios más prestigiosos muestran lo que hay que hacer. Michael Baron del Wa-shington Post dice que se debe hacer periodismo, más periodismo, mejor periodismo. Más riguroso. No tener miedo a criticar al poder mientras no lo hagamos desde posiciones ideológicas. Sino con datos. Frente a fake news, fact checking (revisión de datos).