Por: José Luis Gil
Perú21, 14 de diciembre del 2023
A estas alturas del camino vemos a la clase política y las altas esferas del poder (políticos y jueces) marchando “entusiastas” hacia el abismo social, político, económico y de seguridad, para beneplácito de quienes viven y se “alimentan” del caos y la anarquía en el Perú. Si no veamos los últimos acontecimientos: Defenestración de una fiscal de la Nación, liberación exprés de criminales y persecución a los policías, y el ingreso “oficial” a la carrera electoral de 2026 de un criminal asesino de policías como Antauro Humala. Así estamos.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿ha servido de algo lo avanzado en recuperar la democracia y tratar de restaurar el orden interno de las hordas criminales de todos los pelajes, si de un plumazo, políticos, jueces y fiscales se empeñan en borrar con los pies lo que se ha hecho con las manos? Para muestra un botón. Hay quienes enarbolan la lucha contra la corrupción, pero utilizarían métodos incorrectos para combatirla.
Por ahora, solo estamos viendo que las poderosas fuerzas políticas de todos los sectores (progresistas, liberales, conservadores, socialistas o comunistas) han creado su propia trama de “la madre de todas las batallas” dejando atrás las verdaderas necesidades de los ciudadanos con un solo propósito: El poder.
Por otro lado, respecto de la seguridad ciudadana, la Policía Nacional hace tanto esfuerzo para iniciar una investigación contra los criminales de las organizaciones delictivas transnacionales, reúnen evidencia, vigilan blancos objetivos, los identifican, les hacen seguimientos, establecen y encuentran sus guaridas y los capturan con el riesgo que implica para la vida de los efectivos, y los jueces y fiscales no solo les conceden libertades vergonzosas, sino inician una “cacería” contra los policías que los abaten para encarcelarlos.
Es momento de preguntarse entonces si todo esto es culpa del sistema “garantista”, de la corrupción o de las amenazas que reciben jueces y fiscales para que fallen a su favor. Si fuera esto último, estamos tocando fondo.
Y, por último, entre otras atrocidades políticas de nuestro país, el sistema electoral de Salas Arenas siempre fallando, una vez más, de manera equivocada. El criminal trapacero en constante alucinación Antauro Humala se “adelantó” a todos los posibles candidatos al 2026 para promover su partido radical, fascista, racista y golpista, ofreciendo un “menú político” altamente vomitivo e inviable para el Perú.
Y así vamos entrando nuevamente a la “tormenta perfecta” del “todos contra todos” sin importar el hambre, las miserias y sufrimientos de la mayoría de los peruanos y no se ve luz al final del túnel. Todo esto tiene que cambiar para no estar “arando en el mar” o “tratando de llevar agua en canasta” y salvar al país de manos de criminales, anarquistas y de proyectos ideológicos esclavizantes como el socialismo, el comunismo o el progresismo. ¡Sí se puede!