Por: José Luis Gil
Perú21, 18 de abril del 2024
“Si no se logra la unidad del lado derecho, el suelo estará disparejo y cuando sean avasallados no habrá lugar a reclamos y solo les quedará ir a llorar al río. Estamos advertidos”.
En medio de las trifulcas entre corrientes ideológicas en su loca carrera por el poder, todas las tendencias políticas se alistan casi silenciosamente para entrar en la carrera hacia Palacio y el Congreso. Pese al nivel de grave confrontación en el que estamos los peruanos, vamos descubriendo quién es quién en el escenario y podemos hasta intuir cuáles son sus estrategias tanto en la derecha como la izquierda y todas sus variantes. De la calidad de gente que incluyan en sus equipos políticos, la preparación de estos, su historial y sus verdaderas intenciones (sino de sus actos de corrupción), dependerá que alcancen sus metas electorales.
Por eso vemos con mucha satisfacción que dentro de la derecha en todas sus manifestaciones (liberales, libertarios, conservadores y otros), sean algunos partidos de reciente creación que representan a vastos sectores hastiados del tradicionalismo político, los que han empezado a entender antes que los grandes partidos, que la unidad es el arma estratégica para entrar en esta contienda política. Si no se logra la unidad del lado derecho, el suelo estará disparejo y cuando sean avasallados no habrá lugar a reclamos y solo les quedará ir a llorar al río. Estamos advertidos.
Los primeros en saltar con audacia e inteligencia hacia la unidad han sido el Partido Acción Republicana (AR) del joven político y activista Franco Warton, quien ya tiene aprobación en muchos sectores de la población a nivel nacional, y también Jessi Vila Quispe, una joven mujer profesional de raíces andinas y vocera del Partido Libertario Peruano (PLP), quienes han entendido que pueden conservar sus posturas ideológicas y políticas y hacer alianzas pensando en el país. Por eso, y en una muestra de desprendimiento de posiciones egoístas, nombraron a Franco Warton en esta primera etapa como el líder de la alianza.
Queda pendiente que los demás partidos y movimientos entiendan las ventajas de la unidad. Sabemos que es difícil pretender unir a todos; pero solo podría lograrse con voluntad y esfuerzo como lo han hecho Warton, Vila y sus partidos. Ellos deben ser una guía para quienes aún no se animan a dar el paso de la necesaria unidad. Los demás partidos pequeños deben hacer una evaluación realista y objetiva, y mirar si los números los favorecerán en las justas electorales. Creemos que luego de ese sano ejercicio vendrá una autocrítica que les permitirá estar en el escenario político, pero no necesariamente en la Presidencia, aún.
A los grandes partidos les queda poco tiempo para tomar esas decisiones, no se confíen, y no vaya a ser que el outsider que pretenden termine saliendo de uno de estos movimientos de muchos partidos pequeños. Conversen, charlar no es pactar, y les garantizo que ese acto democrático le servirá a los jóvenes y al país. Sí se puede.