Por: José Luis Gil
Perú21, 16 de noviembre del 2023
Solo un gobierno antiterrorista a carta cabal (…) podrá construir una verdadera política de Estado para proteger a los niños.
Uno de los métodos más abominables de los terroristas de todos los pelajes, sean de origen religioso, ideológico o político, aparte de los asesinatos a mansalva, es la utilización de niños en sus procesos criminales. Los han usado como escudos humanos o “carne de cañón” en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, en acciones terroristas, o como “moneda de cambio” en los secuestros”, o como en el Perú, con Sendero Luminoso, “creando” nuevas generaciones terroristas desde su nacimiento. Desde esta tribuna rechazamos enérgicamente estos actos salvajes que van más allá de lo inhumano, cuyos perpetradores no merecen ni siquiera la cárcel, sino, la pena de muerte.
En el ataque de los terroristas de Hamás contra las posiciones israelíes el pasado 7 de octubre, se pudo verificar el asesinato y descuartizamiento de niños judíos en la franja de Gaza como parte de la sangría desatada en dicha zona. El hecho fue descubierto por las fuerzas de seguridad de Israel. En las últimas semanas, se han descubierto hospitales utilizados como escondites y almacenes de armamento, así como túneles para encubrir las acciones de Hamás. El mundo ha visto con estupor cómo aún tienen secuestradas a familias enteras con sus niños, en espera de ser canjeados por ceses al fuego o intercambio de prisioneros. Inaudito, desgarrador.
En el ámbito local, en octubre, en la ciudad de Trujillo, Dircote PNP descubrió al terrorista excarcelado no rehabilitado de Sendero Luminoso Juan Santos Romero (A) ‘JJ’, adoctrinando inocentes niños que cantaban y arengaban el Pensamiento Gonzalo como si fuera “natural” invocar a Guzmán Reinoso, hechos que fueron registrados en las redes sociales. La ONG Voluntad Transformadora (en Trujillo) y Wawa Kuna Mantaq (en Ayacucho) que significa “por nuestros niños”, esta última usada por Estefany Alanya que fue capturada junto a la ‘camarada Cusi’ en Ayacucho, revelan con absoluta claridad que el objetivo de los terroristas es apoderarse de las mentes de los niños para usarlos en el futuro.
Por último, la captura el 13 de noviembre de los “expioneritos” del VRAEM, aquellos que fueron niños hace más de quince años y que los terroristas de esa zona presentaron como “contingente infantil” armados hasta los dientes, quienes ya tendrían en su haber atentados contra la Policía Nacional y civiles. Para esto, los cabecillas terroristas ‘José’, ‘Raúl’ (f), ‘Gabriel’ (f), ‘Vilma’, ‘Julio Chapo’ (detenido) entre otros, engendraron estos niños para ponerlos “al servicio del partido y la revolución”.
Solo un gobierno antiterrorista a carta cabal que potencie las operaciones contra este mal podrá construir una verdadera política de Estado para proteger a los niños de Perú, para que aquel que se atreva a manosear la mente de nuestros niños termine con muchos años en la cárcel. Estos casos, que estoy seguro no son los únicos en el país, deben ser investigados y castigados con toda la fuerza de la Ley. ¡Sí se puede!