José Luis Gil
Perú21, 19 de setiembre del 2024
«Zedong dijo ‘una sola chispa puede incendiar la pradera’, la misma que se usa en la actualidad para diversas interpretaciones de quienes siempre ponen en vilo la paz y la tranquilidad de los ciudadanos».
La frase “incendiar la pradera” tiene como origen lo mencionado por Mao Zedong en 1930 para criticar ideas contrarias en el Partido Comunista en China; es decir, para evitar las desviaciones ideológicas y políticas. Zedong dijo “una sola chispa puede incendiar la pradera”, la misma que se usa en la actualidad para diversas interpretaciones de quienes siempre ponen en vilo la paz y la tranquilidad de los ciudadanos.
Sin embargo, hoy estamos viendo de manera real que las “praderas” (o el campo, en diversas partes del país y de Sudamérica) se están incendiando de verdad; es decir, lenguas de fuego destruyen bastos territorios con vegetación tanto en Perú como en Brasil, Colombia, Chile y otros. Hasta ahora las explicaciones para este fenómeno han tenido diversas aristas, como la de la presidenta Dina Boluarte y el premier Gustavo Adrianzen, quienes atribuyen el “incendio en la pradera” peruana a los vientos, a campesinos irresponsables que hacen quemas (como lo han hecho siempre sin generar incendios forestales de esta magnitud), entre otras versiones.
Existe la hipótesis de que estos incendios se producen en la región a causa de una presunta “mano negra” del globalismo o de los ambientalistas radicales de la agenda 2030. La razón sería poner contra la pared a aquellos países que se rehúsan a entregar su soberanía (como el Perú) y obligarlos para que suscriban convenios internacionales para que sea una “justicia supranacional” la que decida sobre la Amazonía. El Perú tiene este tipo de ONG y lucha para no perder la soberanía sobre nuestros recursos naturales.
En la práctica, quienes en el fondo siguen los preceptos socialistas, comunistas o progresistas, al parecer estarían reeditando, según las sospechas de algunos sectores, “incendiar la pradera”, pero de manera real para conseguir esos fines políticos mencionados. Las versiones que sostienen esta hipótesis son diversos descubrimientos de personas incendiando intencionalmente en Chile. Para muestra un botón, dice el refrán. El 12 de febrero de 2024 el gobernador de Valparaíso en Chile le dijo a Infobae lo siguiente: “El tema de la intencionalidad (de los incendios) es manifiesto (…) tendríamos que ser muy ingenuos para pensar que el incendio haya sido de características espontáneas”, luego de uno de los siniestros más mortíferos de las últimas décadas en Chile con 131 personas fallecidas. Si este y otros incendios se están ejecutando a nivel sudamericano intencionalmente, la situación es más grave aún y los demócratas y libertarios debemos alzar nuestras voces.
En el Perú ya han fallecido 16 personas, según los datos del COEN, y se debe declarar el estado de emergencia en estas zonas para poder no solo controlar los amagos que aún quedan, sino los estragos posteriores. Asimismo, se necesita unificar los esfuerzos de la inteligencia sudamericana, para identificar patrones, autores intelectuales y materiales, y a quienes están utilizando para semejante crimen. A unir esfuerzos contra el globalismo. Sí se puede.