Por: José Luis Gil
Perú21, 23 de Marzo del 2023
“Es necesario reflexionar sobre la necesidad de hacer ajustes al proceso de colección de informaciones, las detenciones, el descerraje y las formas de procesar a quienes se capturan o investigan con algunos elementos de juicio”.
Ha sorprendido la liberación de Jorge Hernández Fernández (a) ‘El Español’, quien luego de su detención trajo como consecuencia, entre otras, la intervención del despacho del general Raúl Alfaro, ahora exjefe de la Policía Nacional. Este hecho genera dudas en la población, que teje hipótesis como la posibilidad de que ya no “existan” más pruebas contra él o que se sometió a colaboración eficaz. Veremos cuál es el desenlace.
También es necesario reflexionar sobre la necesidad de hacer ajustes al proceso de colección de informaciones, las detenciones, el descerraje y las formas de procesar a quienes se capturan o investigan con algunos elementos de juicio. ¿Está en la ley? Sí, es cierto. Sin embargo, debemos preguntarnos si este procedimiento de colaboración eficaz significa haber renunciado a la pesquisa, a juntar todos los elementos, indicios, evidencias o pruebas, que solo los investigadores pueden hacer. Creemos que todos los que han salido en el proceso contra Pedro Castillo tienen mucho más que decir, y deberían estar presos.
Continuar como hasta ahora lo hacen el Ministerio Público y el Poder Judicial, donde a la Policía se la estaría “utilizando” solo para los “operativos”, sencillamente incentiva a los criminales a creer que se puede estar en las “grandes ligas” y salir con relativa facilidad. Asimismo, se alienta la impunidad porque más rápido llega el “premio” (la libertad) que el castigo. En nuestra época, 1990, se inició con la “ley de arrepentimiento” por terrorismo, a quienes no les era fácil obtener libertad y sus identidades se mantuvieron en secreto hasta hoy. Esa debe ser una lección aprendida.
Retomemos la investigación, formando más detectives, pesquisas, “sabuesos” en investigación, buscando pruebas que no permitan girar solo en torno a la fuente humana. El crimen evoluciona y usa nuestros instrumentos jurídicos a su favor. La inteligencia policial debe seguir evolucionando como en 1980-1990 GEIN-Dirandro, 1992-GEIN-Dircote e Inteligencia Operativa, 1995 en adelante Terna, Orión, hasta Diviac de nuestros tiempos para evitar que los criminales crean que “hecha la ley hecha la trampa”. Eso corresponde.
El 10/10/20, escribí en este mismo medio el artículo “La colaboración eficaz”, donde decía: “Es por eso que los futuros legisladores deben anotar el desorden generado por el pernicioso e injusto desbalance entre la ciencia jurídica y la ciencia policial, para regular y profesionalizar los procedimientos, dándole a la Policía Nacional el lugar que le corresponde en la investigación especializada”, y en esto, poco o nada hemos avanzado. Espero que las cosas cambien por el bien del país. Sí se puede.