José Luis Gil
Perú21, 6 de marzo del 2025
«Estos magistrados, creemos, se ‘autoperciben’ un cuarto poder, ‘policías políticos’ o súper ‘fiscales-policías’, y han vuelto a la justicia un instrumento de la política. Increíble».
La Fiscalía de la Nación (FN), que estaría bajo la influencia ideológica y política del progresismo como una “costra infecta” (frase de Gorriti), habría entrado a su más bajo nivel de deterioro con las torpes y selectivas acciones contra sus enemigos declarados: los políticos de derecha y el gobierno de turno. Estos magistrados, creemos, se “autoperciben” un cuarto poder, “policías políticos” o súper “fiscales-policías”, y han vuelto a la justicia un instrumento de la política. Increíble.
¿Cuál es la otra razón del envalentonamiento fiscal? Es el cambio de Constitución Política (CP) del 79 a la del 93. Veamos. En la CP del 79, los fiscales tenían la función de “vigilar e intervenir en la investigación del delito desde la etapa policial” (Art. 250-5 CP 1979), que lo hacían muy bien. Luego, extrañamente, en la CP 93 pasaron a “conducir desde su inicio la investigación del delito” (Art. 159-4 CP 93). Recordemos que la hazaña de la captura de Abimael Guzmán en septiembre del 92, demostraba que la investigación policial pasaba por su mejor momento con profesionales investigadores o pesquisas de primer nivel, entonces, no hubo razones para ese cambio tan torpe y que hoy nos pasa factura con el crecimiento el crimen.
Antes de este cambio, el poder de la investigación del delito estaba en manos de tres autoridades: policía, fiscal y juez. Hoy solo lo tiene el fiscal. Luego vino el Código Procesal Penal 2004, un armatoste que les permitió tratar de construir su propia “policía” (como el Eficopp); inventarse nuevas funciones como la de “prevenir” creando inconstitucionalmente las “fiscalías de prevención” (Art. 166 CP 93 La Policía previene, investiga y combate los delitos), armaron sus propios laboratorios criminalísticos; es decir, una clara voracidad por la función policial para incrementar su poder. Detrás de todo esto, como siempre, los progres.
Entonces, siendo “superpolicías”, “fiscales”, “peritos” y “jueces”, arremeten contra todo el que saque la cabeza del lado derecho del espectro político. Si no, veamos cómo Gorriti y su pandilla de IDL, los fiscales Vela y Pérez, su nueva millonaria la exfiscal Marita Barreto, y el “absuelto” el inefable exfiscal de la nación Pablo Sánchez, no son tocados para nada; contrariamente a sus burdos, apresurados e inconsistentes “allanamientos espectaculares” y televisados contra el expresidente Alan García, Keiko Fujimori, la familia Boluarte y por último el ministro del Interior, Juan José Santivañez, a quien allanan por… “abuso de autoridad”, con un odio descomunal que solo se parece a la ideología comunista, “el odio de clase”.
¡El Congreso y la JNJ debe poner orden y reorganizar al MP ya!, arrancando de raíz la “costra putrefacta” caviar que hoy dirige esa institución, defenestrando fiscales supremos y superiores y eligiendo una nueva generación de jóvenes magistrados probos y desideologizados, y así evitar que se siga politizando la justicia y que el país devenga en ingobernable. A ponerse las pilas, señores. Sí se puede.