Por: Jorge Zapata, presidente de Capeco
Gestión, 10 de marzo del 2022
“La nueva ley de contrataciones tiene que ser una herramienta que ayude a hacer las cosas de forma distinta”.
El celebrado libro titulado “Por qué fracasan los países” ensaya algunas tesis sobre las causas del naufragio de naciones que no logran escapar de la pobreza. Estas no se encuentran en su geografía, historia, cultura o composición étnica; se sustentan en su carencia de instituciones.
Es importante distinguir entre organizaciones e instituciones. Las primeras son entidades que realizan ciertas tareas, las segundas las ejecutan de acuerdo con un mandato, con responsabilidad, eficiencia y sin corrupción. Cuando las organizaciones son penetradas por la corrupción pierden su institucionalidad, socavando los pilares de una república. En consecuencia, la corrupción es un escollo en el camino a la prosperidad.
Las crónicas cotidianas de destapes en gobiernos subnacionales y ahora las denuncias de malas prácticas en el gobierno central, exigen una profunda investigación. Llama la atención, que empresas chinas se hayan adjudicado obras por más de quince mil millones de soles en los últimos tres años; más aún si observamos que: 1.- los socios de estas constructoras chinas, son empresas sin experiencia o capacidad financiera que aporte al consorcio, pero al parecer con buenas relaciones con los funcionarios públicos de turno; 2.- las bases de muchos procesos de selección incorporan requisitos exagerados y no contemplados en la ley, colocados para complicar la participación de empresas peruanas no vinculadas a los círculos de poder en sus distintos niveles de gobierno.
En Capeco venimos informando esto desde hace meses y creemos que es indispensable la reforma de este sistema de adjudicación y ejecución de obra pública que ha hecho metástasis, y que tiene en el núcleo de su organismo enfermo a la Ley de Contrataciones del Estado.
Es impostergable una nueva Ley que implemente nuevas formas de llevar a cabo los procesos de selección, de manera que: 1.- Las bases de los procesos de selección sean elaboradas por entidades especializadas y distintas a las que los convocan; 2.Las entidades convocantes deban certificarse, acreditando experiencia exitosa en la convocatoria, selección y ejecución de proyectos similares al convocado; 3.- De no acreditar la entidad convocante la experiencia necesaria, esta deba derivar el proceso de selección a otra entidad; 4.- Los funcionarios que integren los comités de selección a nivel nacional, sean profesionales acreditados, especializados, íntegros y ajenos a la entidad convocante; 5.- Existen varias modalidades de adjudicación y que esta modalidad se defina antes de la apertura de sobres, pero en la misma sesión, de esa manera se evitan posibles concertaciones previas. La nueva Ley de Contrataciones tiene que ser una herramienta que ayude a hacer las cosas de forma distinta y con ello a construir un país sin corrupción, tarea que requiere de la colaboración y vigilancia de todos los peruanos que creemos en esa posibilidad.