Por: Jorge Yzusqui
Perú21, 11 de octubre de 2019
Durante una reciente visita a Shanghái, Hangzhou y Shenzhen tuve la oportunidad de conocer los avances en tecnología y educación, y fueron varias las cosas que llamaron mi atención. Una es que los colegios ya están empezando la enseñanza de cursos de inteligencia artificial y de tecnología digital a sus alumnos desde los 10 años. Otra es que la educación no la dejan solo en manos de los maestros, sino en equipos multidisciplinarios que incluyen diseñadores de producto, ingenieros y educadores. También es relevante ver cómo obtienen millones de datos de aulas y plataformas de aprendizaje autónomas, y cómo analizan esa información para entender mejor los procesos de aprendizaje. Finalmente, me sorprendió su velocidad para hacer desarrollos educativos a gran escala.
Lo que sucede en China es una revolución tecnológica en la educación y son notables los esfuerzos para encontrar la mejor combinación entre tecnología y profesor. El uso de la inteligencia artificial para el desarrollo de plataformas adaptativas (softwares de cursos que se adaptan a tu ritmo de aprendizaje según tus habilidades y conocimientos, y que elevan o reducen el nivel de dificultad según tus capacidades) está permitiendo que la educación tenga un mayor grado de personalización y que, a través de algoritmos muy sofisticados, pueda ayudar a los alumnos en sus procesos de aprendizaje.
Tenemos mucho que aprender de lo que hacen países como China sin que esto signifique que haya que copiar todo porque su realidad es diferente, pero lo visto refuerza mi convicción de la necesidad de un agresivo plan estratégico en educación de largo plazo, que sea respetado por todas las autoridades de turno y que esté centrado en el estudiante.