Por: Jorge Yzusqui
Perú21, 23 de octubre de 2020
En los últimos años, en las escuelas rurales tenemos aproximadamente 1.3 millones de alumnos y las brechas de aprendizajes, infraestructura, conectividad, entre otros, son cada vez mas alarmantes. Estas brechas no son los únicos problemas, tenemos brechas de género, deserción, abandono por embarazo de adolescentes y podemos seguir con una larga lista que nos hacer prever resultados desalentadores en la educación rural.
Estos problemas no son de hoy, son de muchos años atrás. Entonces, ¿por qué no hemos sido capaces de solucionarlos?, ¿por qué casi abandonamos a esos 1.3 millones de peruanos que son pate del futuro de nuestro país?
Es importante priorizar la deuda que tenemos con este sector, y para ello debemos contar con un plan que asegure una mejora significativa en las condiciones de nuestros estudiantes de zonas rurales. Lo primero que debemos definir es ¿quién o quiénes son los responsables de la educación rural en el país? ¿Es el Ministerio de Educación, el gobierno regional o el local?
Tenemos que empezar por definir claramente las responsabilidades de cada nivel de gobierno y entender que no hay una sola estrategia para todo el país. Hay que buscar soluciones participativas con un enfoque territorial con modalidades diferenciadas de intervención, asegurar presupuestos, invertir en la mejora de la infraestructura, buscar modalidades de educación alternada donde no todos los días se tenga que asistir al colegio por las grandes distancias entre las escuelas y las comunidades y, sobre todo; entender que nunca seremos un país de primer mundo si mantenemos a 1.3 millones de alumnos en estas precarias condiciones.