Jorge Peschiera Cassinelli
Expreso, 20 de octubre de 2017
Los censos, como las encuestas, deben ser anónimos. Sin embargo, la sección IV de la cédula censal a usarse este domingo 22 de octubre requiere los nombres completos de los censados y, además, la pregunta número 10 que deberá responder cada uno es: ¿Cuál es el número de su DNI?
El propósito de un censo es recoger información con fines estadísticos. ¿Para qué quiere el INEI identificar a las personas que responden al censo? ¿Qué uso dará a esa información? Una posible explicación para este proceder se puede ver en la página 3 de la cédula, donde se presenta el Resumen del Empadronamiento. Entonces, ¿esto es un censo o un empadronamiento? ¿El INEI busca información estadística o crear un padrón? ¿Acaso no es el Reniec la entidad encargada de mantener el padrón de los peruanos? ¿No está el INEI excediendo sus atribuciones? ¿Su presupuesto contempla ese gasto?
El acceso a información donde se relacionan los datos que recogerá el censo, con nombres y DNI de personas se puede prestar a malos usos, violando la privacidad de los individuos. Los funcionarios con acceso a esa información podrán ver una oportunidad para venderla para fines comerciales. Los políticos con poder sobre el INEI podrán verse tentados para usarla para sus fines. Y los hackers podrán contar con materia prima muy valiosa para diversos usos.
Quizás sea muy tarde para que el INEI instruya a los encuestadores que omitan recoger nombres y DNI de los censados. Sin embargo, el INEI puede abstenerse de digitalizar esa información, limitándose a registrar los datos netamente estadísticos. Y una vez registrada la data, las cédulas censales deberían ser destruidas.
El Poder Ejecutivo y el Congreso de la República tienen atribuciones suficientes para señalar límites al registro de información por parte del INEI, para garantizar la privacidad de las personas y evitar que la información censal se mal utilice.
Afortunadamente, la cédula censal no exige que uno proporcione el número del DNI: existe la opción “no recuerda”. Personalmente, esa es la opción que considero todos debemos elegir, en defensa de nuestro derecho a la privacidad de nuestra información. Pienso, además, que tampoco debemos dar nuestros nombres completos.
Con relación a la polémica pregunta 25: “Por sus costumbres y sus antepasados usted se considera…”. Las opciones de respuesta permiten a los censados clasificarse dentro de uno de 4 grupos étnicos autóctonos o dentro de uno de 3 colores de piel, incluyendo “mestizo”. Para muchos de nosotros puede ser difícil la respuesta porque en el Perú “quien no tiene de inga, tiene de mandinga” o de ambos. Además, las costumbres no necesariamente van de la mano con los tonos de piel o el origen étnico. La opción de respuesta que falta es, en mi opinión, la más importante, aquella que nos debe unir en lugar de dividirnos. En lo que a mí respecta, optaré por “Otros” y diré que, por mis costumbres y mis antepasados, me considero… Peruano.