Jorge Peschiera Cassinelli
Expreso, 31 de Mayo de 2017
Pregunté a un amigo diplomático peruano que vivió muchos años en Chile si el pisco peruano se vendería mejor en ese país si permitieran comercializarlo con el nombre de pisco. Me respondió que probablemente no; los compradores saben distinguir la calidad, aun cuando el pisco peruano se venda como “destilado de uva”.
A diferencia del Perú, donde se tienen que cumplir estrictos requisitos para usar la denominación “pisco”, en Chile no se tienen las mismas exigencias. Por estos motivos, llamarle pisco en Chile a un pisco peruano lo puede terminar rebajando a una categoría que no se condice con la calidad que verdaderamente tiene.
Por ejemplo, mientras en la elaboración del pisco peruano el mosto no es tratado con compuestos artificiales, en Chile no se respeta el proceso natural: al mosto se le puede agregar anhídrido sulfuroso y además, adicionarle levaduras para garantizar su fermentación. Otra importante diferencia es que en Chile por rectificación se obtiene un alto contenido de alcohol que luego se rebaja con agua desmineralizada para llegar a graduaciones comerciales. El pisco peruano no se rectifica ni tampoco se rebaja con agua.
He escuchado a periodistas, políticos y opinólogos mostrarse ofendidos porque los productores peruanos exportan pisco a Chile llamándolo simplemente por lo que es: aguardiente o destilado de uva, sin usar la denominación “pisco”. Encuentro esas expresiones injustas porque los productores peruanos no tienen alternativa si quieren vender sus productos en Chile. El Estado peruano no ha sabido o no ha podido defender los intereses de sus fabricantes de pisco para evitar la prohibición que enfrentan para usar la denominación “pisco” en Chile. Aun cuando pueda molestarnos a los peruanos la postura chilena sobre este tema, no es realista esperar que Chile la modifique en un futuro cercano y no es justo dirigir nuestro enojo contra los exportadores peruanos.
Los consumidores chilenos conocen las marcas peruanas y saben que al comprar destilado de uva peruano están obteniendo un buen pisco. Saben también que ese producto es mejor que el aguardiente chileno que se vende con la denominación pisco y, por eso, pagan precios mayores por el “destilado” peruano que por el “pisco” chileno.
A pesar de que el pisco peruano no se venda con esa denominación en dicho país, Chile es el principal mercado de exportación de nuestro pisco. Pregunto:
¿Alguien tiene derecho a oponerse a que los productores sigan exportando aguardiente o destilado de uva a Chile usando la denominación que requieran para acceder a dicho mercado?
¿De qué modo repondrán las autoridades, los opinólogos y los medios de comunicación la posible pérdida de empleos y el daño financiero que puedan causar prohibiciones o penalidades que se pudieran llegar a imponer como consecuencia de la campaña que se viene dando contra la exportación de destilado de uva sin usar la denominación “pisco”?
Los productores chilenos de aguardiente estarán felices ante la posibilidad de que sus principales competidores sean excluidos de su mercado o enfrenten mayores dificultades de ingreso al mismo, por obra y gracia de las autoridades peruanas, secundadas por los medios de comunicación. Y los consumidores chilenos, que comparten con nosotros su aprecio y valoración por nuestro rico pisco, se podrán ver privados de disfrutarlo y continuar promoviendo su mayor penetración en ese país.
Esta situación puede ser una oportunidad para que el Perú registre una marca, por ejemplo “destilado puro de uva peruano”, en Chile (y en otros países donde se vende aguardiente chileno con el nombre “pisco”) para luego autorizar selectivamente el uso de esa marca solamente a productores peruanos que cumplan los debidos estándares. De esa forma se enfrentaría el daño que Chile viene causando a la marca “pisco”, tanto en ese país como en otros, al permitir la producción y venta, con ese nombre, de productos que no cumplen los requisitos que le dan a nuestro pisco su alta calidad y merecido renombre.