Jorge Morelli
Expreso, 3 de noviembre de 2016
El viaje a Bolivia que hoy emprende el presidente Kuczynski a un gabinete binacional tiene cuatro temas a tratar, y uno de ellos, por presión de Evo Morales, es que el tren bioceánico en vez de venir desde Brasil directamente al Perú, pase por Bolivia.
Se entiende el interés de Evo Morales en que el tren pase por territorio boliviano. Se entiende, igualmente, el apoyo político a sus intereses abiertamente expresado a Morales por el ex presidente de Colombia Ernesto Samper, secretario general de Unasur, la organización internacional del chavismo.
Lo que no se entiende es qué interés tiene el Perú en negociar con Bolivia que la línea férrea pase por ese país. ¿Qué ofrece Bolivia a cambio?
El silencio de Brasil al respecto es más que elocuente. Tanto más si se considera que, según fuentes informadas, Brasil tiene al respecto una decisión de política exterior ya tomada y esta es que su salida al Pacífico la negociará sola y exclusivamente con un país y no dos.
Es elocuente igualmente el silencio de China, luego de que su primer ministro manifestara públicamente en Lima el interés de su país en financiar el tren a Paita, después de firmar en Brasil convenios de inversión por 65 mil millones de dólares.
De otra parte, el señor Vizcarra ha reiterado insistentemente su interés en que el tren bioceánico no vaya a Paita sino a Ilo. Se entiende su interés: allí se encuentra su base electoral. Habiendo sido gobernador de Moquegua, sin embargo, debería abstenerse de presionar la decisión en ese sentido, como lo hace, porque podría dar pie a la sospecha de un conflicto de intereses.
De modo que la pregunta que cae por su peso, al final del día, es quién financia el tren por territorio boliviano. Se habla de inversionistas europeos.
El Perú, en cualquier caso, no tiene por qué poner de sus propios recursos en este mega proyecto, que en el fondo es una servidumbre de paso a negociar y que sirve al enorme vínculo económico entre China y Brasil para el siglo XXI.
Considerando la próxima presencia del presidente chino, Xi Jinping, en Lima para la cumbre de APEC, esta es una cuestión delicada que el presidente Kuczynski debería exponer a los peruanos de manera absolutamente transparente.